Frontera y Huay Xai

De Pai viajamos de vuelta a Chiang Mai en el Fan Bus, por 80 Baths persona, en Chiang Mai cogimos un autobús a Chiang Rai por 80 Baths persona y en Chiang Rai otro autobús a Chiang Khong, la frontera, por 65 Baths persona. Destacar que en Chiang Rai dedicamos los pocos minutos que teníamos a volver a degustar el helado de coco… la estación está a 3 calles.

El autobús de Chiang Rai a la frontera fue espectacular, una tartana de lo más simpática, con un conductor igual de majo, un viaje de sonrisa…

En la frontera, tuvimos que coger un autobús por 25 Baths (20 Baths de 9-17h) que nos llevaba al control aduanero de Laos. Allí pagamos 36 dólares por el visado (en Baths sale algo más caro, 1400). Importante, hay que llevar una foto carnet. Una vez cruzada la frontera, la única opción para llegar a Huay Xai es coger un tuk tuk autobús… algo raro,que negociamos entre dos parejas pagar 280 Baths, 70 Baths persona… todavía se podía pagar con Baths.

a punto de cruzar la frontera

pisando por primera vez el suelo de Laos 

Una vez en Huay Xai, como siempre, buscamos la habitación en condiciones más barata, y la encontramos por 60.000 kips. Bienvenido a los Kips!!!!! Vaya follón de monedas nos espera… Nos alojamos en Friendship guesthouse, baño en la habitación, agua caliente y wifi inexistente. Cenamos por el lugar y ya pudimos comprobar que los precios habían subido…

Al día siguiente fuimos a la estación de autobús, que estaba a 8 km… que manía en Laos de poner las estaciones a 8 km de las zonas más pobladas… Y como somos anti-taxista, porque son los que más intentan abusar, intentamos hacer auto-stop. Mayra le pregunto por la estación a una chica en un flamante todo terreno y… bingo!! Accedió a llevarnos!!!! 😀

Luang Namtha, Laos profundo

El billete a Luang Namtha nos costó 45.000 kips por persona. Para entendernos, 1 euro equivale a unos 8700 kips, aunque nosotros lo pasamos a Baths (1 Bath son 230 kips), no puedes buscar equivalencia en la vida occidental, lo comparamos con Tailandia, las proporciones en el estilo de vida son más fiables.

Fuimos en un mini autobús sobrecargado, entre gente local. El señor  laosiano que viaje a mi lado hablaba muy bien inglés, había estado en Barcelona y todo. Hablamos un poco y me explicó que Laos era más caro porque a diferencia de Tailandia, aquí nadie da un palo al agua. Las carreteras las han hecho los chinos, igual que las presas de agua y la mayoría de las escuelas, los Laosianos les encanta dormir, beber cerveza y cantar en Karaoke… no empezamos bien… Y la verdad es que en una tierra donde sólo mirar ya crece algo, no vimos tantos árboles frutales y cultivos como en Tailandia, al menos en el norte.

Después de un viaje muy largo e incómodo… por fin en Luang Namtha!! y… sorpresa!! La ciudad está a 8 km de la estación… que raro… (tono irónico). Después del ritual ataque de taxistas a los recién llegados con precios abusivos, decidimos hacer auto-stop. Nos lanzamos a la carretera bajo un sol tórrido y con nuestro mochilote… si es que no aprendemos… jajajajaja… la aventura es la aventura!!!! Pues después de un rato caminando… nadie paró, hasta que un taxista nos preguntó, le dijimos que no teníamos dinero (era verdad, necesitábamos un cajero) y nos llevó gratis… un caso aislado de bondad taxista… muchas gracias!!!!

Una vez en la ciudad, a buscar la habitación más barata, la rutina viajera habitual… después de visitar muchos edificios de chinos, con altos techos de madera, y trabajadores molestos por tener que levantarse a atender, nos quedamos en Yuranan Guesthouse. Es fácil de encontrar, está en la calle principal delante del night market y tiene un anuncio de Honda enorme en la fachada. Nos costó 50.000 Baths persona, con baño, agua caliente y wifi, todo bastante correcto.

El desayuno, en el bar de al lado, Manikong restaurant; un sándwich (bocadillo de pan baguete) por 15.000 kips y una jarra de te made in Lao por 10.000 kips, desayuno para dos por 40.000, no está mal, los sándwiches vegetales de atún o pollo de buen tamaño. Nuestro primer bocata después de dos meses…. no sabéis lo que es saborear un bocata después de tanto tiempo… Durante unos cuantos días, los desayunos se extendieron a horas, dicho local se constituyó como nuestra oficina. De esta manera pudimos avanzar con los post de los blogs… por fin!! Ole ole ole… y ahora nos leéis… que ilusión!! :D.

El único inconveniente del lugar era que se acercaba el Pi mai Lao, el fin de año Budista en Laos, y una semana antes se dedican a poner la música tecno a tope, la peor música que he escuchado nunca, a beber cerveza y a tirarse agua y mojar a quienquiera que pase por ahí. Esto pasaba cada día de 13 a 18 h… una tortura china…

El Night Market de Luang Namtha es un p0co precario comparado con los vistos en Tailandia. Se compone de un recinto con puestos de comida, sin demasiada higiene, el aspecto global es bastante sucio. Después de recorrerlo durante 10 min con calma, comimos en el puesto que daba mejor impresión, un padtahi y una papaya salad. Nos arriesgamos a coger en otro puesto un plato de Larb, carne picada con salsa de pescado y lima. No nos desagradó, aunque el estado higienico del lugar no nos daba mucha confianza y la carne en sí nos costó un poco entenderla…

Luang Namtha es famosa por sus excursiones de trekking, kayaking, etc… por la selva del norte de Laos. Debe ser una preciosidad, pero como nosotros estamos haciendo un viaje largo necesitamos mantenerlo “low cost”, así que lo que hicimos es alquilar una moto por un día. La más barata que encontramos, una fantástica Zongshen 100 cc… moto china idéntica al modelo equivalente de Honda 100 cc semi-automática, por 40.000 zips (y 200 dólares de depósito).

Nos dirigimos hacia la frontera con China, es un camino de unos 60 km cruzando la selva del norte de Laos por una carretera bastante hecha polvo paralela al río Nam Tha. El paisaje es espectacular, es pura vida, dentro de más vida, sobre más vida, escondiendo aún más vida… un portento de la naturaleza, es la primera vez que veo tanta densidad de vegetación. El río abre claros en zonas que fueron de cultivo, principalmente arroz.

La carretera pasa por diferentes poblados, bastante impresionante, es difícil de explicar. Estos poblados consisten en casas de bambú, paja, en ocasiones ladrillo, calles de barro rojo, gallinas, cabras y cerdos libres por todas partes, niños pequeños sin atención, caminando por la carretera, en las calles, a lo suyo, sin otra visión del mundo que el pollo que persiguen… Sin ponernos a valorar, evitando moralinas evolutivas, que si no están pervertidos por la modernidad o siguen perdidos en el pasado, no sé, valorad vosotros mismos… con las imágenes os podréis hacer una idea.

A unos 20 km de llegar a la frontera, nuestra Zongshen empezó a hacer ruidos extraños… socorro!!!! Una parte del cubre-cadenas se dobló, pero con la ayuda de un hombre que se paró a ayudarnos lo arreglamos. Reanudando la marcha, el motor seguía haciendo ruidos nuevos… quedarse tirados en la montaña de Laos no era lo mejor que nos podía pasar, así que nos volvimos, poco a poco y buena letra… Sin más problemas, aunque en el filo así que nada más llegar a casa y la devolvimos…

Y llegó el día de irnos de Luang Namtha dirección a Nong Kiaw y caímos en coger un taxi a la estación. Nos pilló desprevenidos y pagamos 20.000 kips cada uno… aaaah!!! Que rabia!! No te puedes despistar!!!! Te la acaban colando… por eso no queremos coger taxis!!!!

Arunothai, un proyecto diferente

Para ir a Arunothai alquilamos en «Mango motos», Chiang Mai, una moto una semana por 900 Baths (con un deposito de 1000 Baths). Salimos por la mañana, recorrimos los 137 km de distancia y llegamos por la tarde, nos lo tomamos con calma. Una vez en Arunothai, nos sorprendieron los precios elevados del lugar, suponemos que debido al tránsito de la frontera con Birmania, la habitación más económica costó 400 Baths/ noche.

El pueblo no es muy bonito, una calle central con comercios, algún restaurante y gente arriba y abajo en moto. Sin embargo, hay un rincón que nos gustó especialmente, un lago  dentro del pueblo que con las montañas de fondo componen un bonito paisaje, y si encima le sumas unos árboles floridos llenos de mariposas revoloteando, ya tienes un lugar donde estar un rato absorto.

La razón por la que fuimos precisamente a ese pueblo y no otro es que cruzando el camino del lago llegas al templo Wat Arunothai donde se encuentra la School of Hope, un centro de acogida de niños, mayoritariamente Birmanos, donde colaboramos como voluntarios en un proyecto de Clown, con nuestra asociación sin ánimo de lucro Clown Science Dreams. (os recomendamos leer el post, fue una experiencia muy emotiva)

Una vez finalizado, emocionados con la experiencia vivida en School of Hope, nos dirigimos a Mae Sai, a extender el visado.

Mae Sai, la meca del Visa Run

Desde Arunothai recorrimos los 175 km hasta Mae Sai, la carretera cruzaba las montañas, no fue un camino rápido, ni fácil, pero su belleza compensó, espesos bosques tirando a selva, naturaleza montañosa en su más puro estado, mezclado con palmeras cocoteras, de banana y arboles de papaya.

Una vez allí, sobre las 5 pm, nos pusimos a la cola en el paso fronterizo. Después de una ligera espera atravesamos el puente de la amistad, sobre el río Ruak, un puente bastante ridículo, lo esperábamos un poco más solemne, lo propio de un lugar tan incierto como paso fronterizo… Una vez en el otro lado, los oficiales del otro lado nos pidieron el visado birmano, les dijimos que solo queríamos extender el visado tailandés, entonces, sin decir nada más, nos pidieron 500 Bath a cada uno, nos pusieron un sello en el pasaporte y vuelta a Tailandia. Volvimos a rellenar la ficha con nuestros datos, la entregamos en la ventanilla de visado tailandés y ya teníamos 30 días más en Tailandia.

En total, el visa run, duró unos 20 minutos… rapidísimo e indoloro!!!! y como Mae Sai es solo una calle comercial sin demasiado atractivo, cogimos la moto y nos fuimos a Chiang Rai… brrrrrrrrrrr….

Chiang Rai, una ciudad amiga

Llegamos sobre las 8 pm a Chiang Rai, nos dirigimos a la zona del Night Bazaar porque es donde hay más densidad de guesthouse, como es costumbre, después de recorrernos todas las que vimos, nos alojamos en Baan Bua Guesthouse, a tres calles del Night Bazaar y por el módico precio de 200 Baths por noche… empezamos bien!! 😀

Chiang Rai nos gustó especialmente porque de una manera u otra todo fue fácil, o quizás tuvimos la suerte necesaria.

Lo primero que hicimos fue ir a cenar al Night Bazaar, típico mercado con artículos para turistas, incluyendo artesanía. También encontramos un gran plaza flanqueada por pequeños puestos de comida, la mayoría eran tempura, o sea fritos, sopas, pescados y alguna otra cosa que no acabamos de entender. Nos comimos un plato Pad Thai y uno de tempura que nos dejo más que satisfechos.

En la misma plaza, mientras saboreas el plato que hayas escogido, puedes disfrutar del concierto o danza tradicional que se muestre en el escenario, a veces muy agradable, otras algo para olvidar… De postre, aquí un dato importante: en uno de los extremos de la “food court” hay un puesto de helados que no os podéis perder. Vende helado artesano y natural de coco y mango en diferentes formatos y tamaños, están buenos de todas formas, pero la estrella es el helado de coco, es espectacular… no os digo más, hay que probarlo… nos enamoramos…

Al día siguiente cogimos la moto y fuimos a hacer un poco de turismo. Primero fuimos a ver el Wat Huai Pla Kung Temple, un templo budista con un Buda gigante de 25 metros de altura, es impresionante semejante construcción. El templo budista de al lado también es muy rico en ornamentos y da gusto verlo… como se lo curran…

También fuimos a un monte situado al lado de Chiang Rai, un parque natural rico en bosque, alta densidad de vegetación, dónde hay un mirador con una vista espectacular de la montaña. Si continúas la carretera te lleva a coronar el monte, con una chide en medio del bosque donde monjes budistas suben a orar y meditar.

La carretera es como una montaña rusa, llena de baches en un espacio muy reducido para la circulación en dos direcciones… así que ándate con ojo!!

Jaume haciendo el Bruce Lee con cañas de bamboo

Finalmente visitamos el Templo Blanco (White temple), Wat Rong Khun, una pieza arquitectónica moderna. Es un templo budista privado diseñado por Chalermchai Kositpipat, el propietario. Consiste en un templo blanco rodeado de diferentes temáticas bastante idas de olla. Fue construido por, reivindicando la perdida de las costumbres budistas y potenciarlas en la sociedad actual. Es algo curioso, pero para mi gusto demasiado contemporáneo. Se pueden visitar los alrededores gratuitamente, pero la entrada al templo blanco cuesta 50 Baths por persona que no creímos conveniente pagar.

Después de disfrutar de Chiang Rai, nos dirigimos a devolver la moto en Chiang Mai, pero de camino cogimos un camino al azar hacia las montañas, nos llevaba a alguna cascada de agua que nunca llegamos a ver, pero acabamos pasando la noche en una guesthouse en medio de la montaña, John´s Hut Guesthouse. Aprovechando que no había nadie, conseguimos la noche por 250 Baths en una habitación con 3 camas dobles para nosotros solos. Estabamos en medio de la montaña, pura naturaleza, y los habitantes del lugar no estaban muy acostumbrados a ver turistas. Con la moto aprovechamos para adentrarnos en caminos estrechos de montaña para perdernos en la más densa vegetación de la jungla… un gusto!!!!

Después de la vuelta en moto, más de 300 km, dejamos el vehiculo en Chiang Mai. Hicimos parada para realizar dos proyectos más de Clown, en Kids Ark Foundation y en Bann Dek Foundation, un regalo para el espíritu, y nos dirigimos a Pai, supuestamente, un pueblo hippie de artistas y tranquilidad.

De Bangkok, fuimos a Sukhothai, por unos 200 Baths/persona. Una vez en Sukhothai, supuestamente el alojamiento más económico se encontraba al lado de la estación de autobuses, pero estaba todo lleno. Caminando por la carretera encontramos una guesthouse donde estuvimos por 150 Baths/noche, era correcta.

Sukhothai es un pequeño pueblo local, con su mercado, su zona de puestos de comida en la calle y un gran mercado nocturno con todo tipo de comida. Hay muy pocos turistas, lo que hace que la gente local sea más amable y relajada. Aunque no tiene nada de especial, lo encontramos agradable después del turismo masivo del sur y de la locura de Bangkok.

La mayor atracción turística de Sukhothai es su parque histórico, patrimonio mundial por la Unesco. Está a 12 km, así que alquilamos una moto por 150 Baths. La entrada al parque histórico son 100 Baths/ persona. Al principio no parece gran cosa, pero a medida que te acercas y paseas puedes respirar la magia de la historia tailandesa. Se trata de los restos arqueológicos del reino de Sukhothai del siglo XIII – XIV, considerado la época del inicio de nación de Tailandia, junto con Ayutthaya, una de las capitales tailandesas de la época. Un conjunto de chides, templos y estátuas de budha. Así que después de la visita al mercado  alquilamos una moto y allí fuimos!

Recorriendo sus diferentes puntos te pierdes en la antigüedad de sus piedras, en la solemnidad de sus templos, un lugar donde perderse por un rato.

Inesperadamente, por la tarde durante un paseito previo a nuestra esperada cena por el night market, un simpático monge dentro del templo de la ciudad acaparó nuestra atención, mejor dicho nos absorbió. Nos hizo un largo recorrido por todo el templo explicándonos todas la reformas realizadas y mostrando orgulloso los jardines y estaancias, luego insistió en posar con nosotros para haer fotografias. Eso si nos dirigió perfectamente, dònde y como posar, al estilo Pedro Almodóvar… con el dedo nos indicaba… tí para ahí, ponte así, desde ese ángulo… jajaja… todo un crack!!

Desde Sukhothai fuimos a Chiang Mai en autobús, nos costó unos 250 Baths, así que… allá vamos!!!!

En la estación de autobuses cogimos un “Fan bus”, un coche pickup con espacio en la zona de carga para pasajeros que nos costó 80 Baths a cada uno, cuidado que normalmente en la estación te dicen que sólo hay furgoneta por 150 Baths… mienten. La carretera que llega a Pai escala «literalmente» las montañas, en un laberinto interminable de curvas, 3 horas de aparente placentero paseo por la montaña, que se puede convertir en una pesadilla… jejeje…

Llegamos a Pai, ya era oscuro y nos sorprendió la iluminación del mercado nocturno, una calle repleta de tiendas, sobretodo hippies artesanos bastante perrofláuticos y principalmente puestos de comida. Pinchos de pollo, salchichas, PadThai, noodle, ensalada de papaya, batidos de frutas, helados, incluso lasaña, pizzas, espagueti… que más se te ocurre? El ambiente es bastante hippie, perro-flautico, relajado, así que la primera impresión fue bastante buena.

Y como siempre a la búsqueda de alojamiento!!! Preguntando a los turistas, en Agoda ( una web estilo booking y no muy útil para nosotros ya el precio nunca es el final y siempre te añaden un impuesto de última hora… chorizos!!) así que nos pateamos toda la zona en busca del alojamiento más barato, mochila al hombro. Al otro lado del río encontramos un pequeño bungalow por 200 Baths, en Pai Loess resort, no estaba mal, sin embargo dándole otra oportunidad a la web Agoda vimos una guesthouse por 150 Baths, Tony´s guesthouse… aunque estaba lejos del centro pero allí fuimos y… vaya antro!!! Una cabaña que se caía a trozos, un colchón roído y sucio, una cubierta de cama llena de manchas que no quisimos ni imaginarnos de qué eran, sábanas con agujeros y manchas… un verdadero asco!!!! Allí no nos quedamos ni cobrando!! Así que nos fuimos.

A caminar de vuelta al centro otra vez… por casualidad vimos un cartel de habitaciones, entrando por Pai Scooter for rent, preguntamos, y regateando pactamos hacer 2 noches a 150 Baths cada una… baño privado, agua caliente, y todo correctísimo y limpio!!!! Genial!!!! Púdrete Tony´s guesthouse!!!! De verdad… cómo se puede ser tan guarro…

felices en nuestra LIMPIA y amarilla tutifruti habitación

el Jardín de la Guesthouse y su salón con mucho encanto

Una vez en Pai, comparado con Chiang Mai, el tiempo se paró, tranquilidad entre la multitud, gente pero a otro ritmo. El mejor escenario para trabajar, allí se empezó a gestar más en serio este Blog.

La comida que más valor le dimos fue Kao Soy con tofu por 40 Baths, delicioso, aunque menos que en el pequeño puesto de Chiang Mai, la papaya salad por 35 Baths, la pechuga de pollo rebozada en un pincho por 10 Baths, y el delicioso helado callejero por 10 Baths.

Después de dos noches buscamos dormir gratis a cambio de 3-4 horas trabajo, un voluntariado, con la web «workaway». Contactámos con un resort de bungalows y nos aceptaron, el contacto era un tal Dominic, muy simpático, nos enseño dónde nos íbamos a alojar y… sorpresa!!! Otro del club de Tony´s guesthouse… pero muchísimo peor… ni viviendo en la calle dormiría en ese colchón… en una cabaña que se caía a trozos… vaya peña… hay gente para todo…

Con mochilas a la espalda, seguimos mirando y en la calle vimos un cartel de un tailandés que buscaba gente para ayudarle en su finca, Ban Numhoo homestay. Lo llamamos y nos vino a buscar para llevarnos a verlo. Él era Pete y se trataba de un resort de bungalows venido a menos, vaya, que se caía a trozos, pero que Pete quería reformar.

Estábamos en un bungalow que no estaba mal, quizás había algunos bichos, fruto de que los alrededores eran pura vegetación… baño en la habitación con ducha caliente.

Estuvimos una semana y ayudamos a construir una cocina de bambú en el centro de la finca, limpiamos de hojas y yerbajos los alrededores de nuestro bungalow y una explanada para hacer un huerto ecológico. Además le hicimos un perfil de Workaway, Helpex, Worldpacker y le actualizamos las redes sociales. Si buscáis algo parecido no dudéis en contactarlo http://www.bannumhoohomestay.com

En el resort también también vivía Mr. T, un simpático músico tailandés encantado de pasar un rato con nosotros y así poder tocar a la guitarra y/o a la harmónica alguna de sus clásicos de country tailandés o americano… todo un adorable personaje…

Después de cinco días de trabajo seguidos, nos tomamos un respiro y el día previo a nuestra salida, alquilamos una moto por 100 Baths con un depósito de 2000 Baths; nunca dejamos el pasaporte… y nos fuimos a unas aguas termales preciosas, Sai Ngam. Nos cobraron; 20 Baths persona y moto (total 60 Baths) por entrar al parque natural y 20 Baths por persona por entrar más en las aguas termales, al principio refunfuñé por el continuo pagar, pero después reconocí que valía la pena… las aguas están a unos 30º, si no hay niños y el agua está calmada se ve completamente transparente!! una gozada de relajación.

También bajamos al río, y nos bañamos en la corriente cerca del Buffet 55, amigos de Pete, muy cerquita de Pai.

 

Esta es una ciudad de mayor tamaño, el centro histórico está delimitado por un foso lleno de agua y los restos de una muralla. Su interior se compone básicamente de guesthouse, oficinas de turismo, y restaurants, bares, cafeterías… cualquier cosa que un turista pueda necesitar, y eso es lo que hay, turistas… el exterior de la ciudad antigua es una ciudad que se mueve casi ajena al turismo.

Las posibles atracciones turísticas son los templos budistas en su interior.

Y sus mercados, como el mercado nocturno de los domingos (Sunday market), entre otros mercados turísticos, que pierden la gracia después de 5 minutos o el Warorot market, el fantástico mercado local de comida, ropa y otros, rodeado de comercios de cualquier cosa que puedas necesitar. Siguiendo el río hacia el norte también está el Muang Mai market, un gran mercado de comida local, que nos pareció bastante curioso.

Nos alojamos en Lamchang guesthouse por 250 Baths la noche, aunque después encontramos un precio mejor en Nomadic bed and bar, 200 Baths la noche regateando por 5 noches.

Jaume a la caza de mosquitos, con la súper raqueta electrificante, indispensable en todas las casas de Tailandia.

El propósito de mi visita a Chiang Mai incluia un tiempo de formación en masaje tailandés a manos de Pichest Massage School, en Hang Dong, uno de los mejores profesores de masaje tailandés del norte, que ofrece sus conocimientos a cualquiera que quiera aprender, pagando 1000 Baths por día. La experiencia no decepcionó, estuve 3 días de formación, y decidí dejar la extensión de mi formación para más adelante ya que este no era el propósito del viaje, y económicamente sí que se notaba.

Tras contactar con algunas asociaciones artísticas en relación a nuestros proyectos de clown, estuvimos en contacto con Gathe Theater, quienes nos invitaron al estreno de su última obra, así que encantados, nos pusimos bien guapos y a disfrutar!! Arriba el telón!!

Una de las joyas de Chiang Mai fueron los batidos de frutas KhunKae´s Juice and Smoothie bar, donde por 40 Baths te puedes beber todas las vitaminas que necesitas para brillar.

El segundo sitio y el mejor para mí es un puesto de comida en la calle dónde preparaban el mejor Kao Soy que he probado, y lo he probado en todas partes que he ido… una joya en Moon Muang road con Lane 7, no os lo podéis perder…

Ah y por cierto… en Chiang Mai también celebramos el cumpleaños de Mayra, y para ello nos autorelagamos una pizza!!!!!!! Una pizza en uno de las mejores pizzerias con horno de leña… la verdad que después de un mes a base de arroz, noodles y verduras… comer pizza fue todo un orgasmo…

Nuestra siguiente parada es Arunothai!!!!! Llevado para realizar un proyecto de Clown en School of Hope…

Koh Mook

Después de mirar tres mil islas, y no acabar de verlo claro, unas son muy caras, otras masificadas, opiniones contrarias en la red… nos guiamos por la palabra de una pareja en la estación de Krabi town… Nos vamos a Koh Mook!!!!

Para llegar a Koh Mook hay que ir en autobús hasta Trang (3 horas, 90 Baths/persona), ir hasta el puerto en taxi y coger un ferri hasta la isla (250 Baths/persona taxi + ferri), aunque estoy convencido que hay una fórmula más barata. A Trang llegamos por la noche, así que nos quedamos a dormir por 200 Baths la doble. De la estación de autobuses caminamos hasta el centro de la ciudad… a veces se nos va la olla, 4 km + mochilón… lo llamamos “nuestro ejercicio del día” jejejeje… :D, todo por evitar un taxi…

Llegamos a Koh Mook, una isla preciosa, con turismo pero aún bastante salvaje, compuesta en su mayoría por selva, dónde encontrar serpientes o arañas venenosas como un puño en cualquier parte, precioso!!!! Está la playa del embarcadero que llega hasta la playa del resort Sibalai, y la playa de Charlie (nombre de un resort). Hay otras playas pero solo se puede acceder con barco o kayak.

Para buscar alojamiento, como no, que somos unos cracks motivados, nos pateamos todos los sitios buscando el más barato, 3 km bajo el sol… eh!? Queé os creíais… Como Febrero es temporada alta, estaba todo a tope, o muy caro, hasta que encontramos una habitación cutre pero suficiente por 400 Baths en Cashew Bungalows, regentado por Yai, un tailandés muy majo. También se puede encontrar tiendas de campaña por 300 Baths.

La estancia en Koh Mook os la podéis imaginar… playa, playa y playa, sobretodo en la de Charlie, playa tranquila de arena fina, con palmeras de fondo y agua clara. Al final de la playa hay un restaurant sobre la roca, con unas vistas increíbles, el lugar perfecto para comerse un buen curry con leche de coco y celebrar mi cumpleaños!!!!! Ole ole y ole!!

Es obligatorio alquilar un kayak y bordear la costa rocosa, donde se pueden avistar preciosos cormoranes posados sobre las rocas. Por el camino te encuentras la cueva Esmeralda, o Morakot. Una oscura cueva en la que puedes entrar con kayak que comunica a 80 metros con una playa situada en un profundo agujero en la roca, dónde se dice que los piratas escondían sus botines. Un lugar precioso, repleto de vegetación… y en ocasiones de turistas… pero si te esperas al relevo, en algún momento te puedes quedar solo… maravilloso… esto es vida!!!!! Siguiendo en kayak, llegamos a una playa que no recordamos el nombre, sin acceso por tierra, virgen y preciosa, el único inconveniente es esta llena de plásticos arrastrados por la marea… sniff sniff…

Al día siguiente, dimos una vuelta por otras playas sin turismo. Fuimos con Martinique, una chica alemana que conocimos en los bungalows. Las playas son bonitas, con arboles acuáticos, pequeñas calas, pero llenas de desperdicios… una lástima… somos unos guarros!!!! Por si alguien no se da por aludido… sí!! tú también!!

Por las mañanas, a las 8 am, íbamos con Yai al lado del puerto a comer el desayuno local, muy barato, compuesto de snacks hechos con arroz glutinoso, banana, coco y huevo duro… estaban muy buenos!!!! Y costaba 5 Baths cada pieza, además de unos 15 Baths por el té.

Después de 4 noches en la maravillosa isla de Mook, decidimos seguir nuestro camino hacia otra isla, Koh Tao, dónde había una amiga de amiga con una escuela de submarinismo… Allá vamos!!!! En una agencia de turismo en la isla compramos el viaje hasta Suratthani por 250 Baths/persona.

Koh Tao

De Koh Mook, fuimos a Trang del mismo modo que llegamos, y cogimos un autobús a Suratthani. Allí compramos el ticket del ferri nocturno a Koh Tao, 500 Baths/persona, pero nos sorprendió lo bien que está montado, y limpio, duermes en litera con enchufes y todo!!

Una vez en Koh Tao, nos fuimos a Chalok Baan Kaok, la playa dónde puedes encontrar alojamiento más barato y mejor. Regateando conseguimos un bungalow cerca de la playa por 250 Baths, genial!!!! La verdad es que Koh Tao está desbordado de escuelas de submarinismo, las playas son perfectas para hacer snorkel, un paraíso bajo el agua. Sin embargo, nosotros no fuimos a bucear, y los días que estuvimos había tormenta y el agua estaba muy turbia… en la isla también hay un templo budista y un mirador que no visitamos. Para nuestro gusto, la isla está demasiado masificada por el turismo.

Lo mejor de la estancia fue la gente que conocimos, primero a Albert y Ànnia, una pareja muy maja de Girona que están de viaje por el mundo, no os podéis perder su blog de viaje, es muy útil, nosotros ya lo habíamos consultado antes de conocerlos!!!!: Menjant-nos el món.

Después, en el bar de los bungalows conocimos a Vanesa, Nacho y Jordi, compañeros majísimos con los que compartimos experiencias de viaje.

De Koh Tao fuimos a Chiang Mai, pero primero llegamos a Bangkok, por 760 Baths/persona.

Llegamos a Krabi después de viajar 12 horas (de noche) en autobús (precio 574 Baths/ persona). El autobús correcto, muy aceptable y suficientemente confortable, incluyendo una sencilla cena! De Krabi town fuimos a Ae Nang en taxi compartido por 60 Baths cada uno. Qué ganas tenemos de llegar a playas paradisíiiiacaaas… se nos hace la boca agua…

Llegamos a Ao Nang, una larga playa sin ningún encanto… prefiero Torredembarra… además es muy turístico… pasamos a ver la siguiente: Railay. Para ello cogimos un longtail boat que nos costó 100 Baths/persona, la única opción para llegar… Cómo mola, con este calor, ir en barquito tailandés de madera cruzando los mares!!! y las vistas impresionantes!! precipicios y rocas inmensas suspendidas sobre el agua… esto ya nos gusta más!! 😀

Railay consiste en una península alargada. Por un lado es una playa larga, rodeada de gigantes verticales de impresionante altura, regalando un paisaje espectacular, sobre todo al atardecer, el sol se pone sobre el mar, con las rocas a contra luz como espectadores de otro planeta. Adentrándose en algún camino hay símios, muy monos… 😉

El único inconveniente de esta playa es que hay bastante gente… En el otro lado de la península están los bungalows, bares/chiringuitos y supermercados… Disculpad mi escepticismo, pero en global, fuera de las zonas creadas por la madre naturaleza, a menudo, bastante masificadas, el resto no tenía demasiado atractivo. Y los tailandeses del lugar viven por y para el turista… no era lo que nosotros buscábamos… Nos alojamos en el bungalow más barato, Rapala, una cabaña con paredes de estilo paja / bambú, con un colchón en el suelo, baño comunitario y ventilador, por 600 Baths…

Al día siguiente fuimos a Ton Sai. Se llegaba cruzando la pequeña zona rocosa y boscosa que separaba las dos playas, 10 min caminando. La playa era igual de bonita pero con mucha menos gente, y el ambiente mucho más juvenil y perro-fláutico. Esta playa es famosa porque las paredes de roca que la rodean espectacularmente son zona codiciada de escalada. Se organizan excursiones de escalada en grupo o privada, y puedes alquilar todo el material. Nosotros no escalamos, así que no os podemos dar más información… sorry…

En Ton Sai había bungalow disponibles por 300 Baths!!! La mitad de lo que estábamos pagando… en fin… de los errores se aprende… La moraleja es que no te debes fiar de internet, en este caso es inútil, vas a pagar precio europeo, lo mejor es consultar con los turistas que te que encuentres e ir  cara a cara a las guesthouse para poder regatear.

Por la noche, te puedes tomar una cerveza en la playa, con la impresionante visión de paredes verticales, como sabios gigantes, estáticos, para los cuales el tiempo es infinito… uff… ya me estoy yendo por los cerros… Nosotros coincidimos con la celebración del Big Cleaning Day, una fiesta en la playa, para agradecer a los voluntarios que habían ayudado a limpiar la isla. Con todo tipo de comida y, cómo no, cerveza!! conciertos y bailes tradicionales Tailandeses. Se celebró un concurso de fuego, para demostrar la pericia de valientes locales y foráneos manejando las bolas de fuego o la vara al ritmo de la música, un espectáculo muy vistoso. Fue divertido, aunque fuese 100% turístico.

Al día siguiente íbamos a Koh Lipe, pero en la misma estación conocimos una pareja que nos recomendaron ir a Koh Mook, una isla bastante salvaje en el mar de Andaman, cerca de la costa de Trang. Y allí fuimos!!! Mira por dónde… que gustazo es poder escoger el rumbo al minuto… 😀

Llegamos a Bangkok… qué emoción!!! 😀 nuestro viaje acaba de empezar!!!! Nuestros cuerpos avanzan con el peso de las grandes mochilas, es lo que tiene llevar la casa a cuestas… igualmente… nos hemos pasado de peso… habrá que tirar lastre si queremos disfrutar de los desplazamientos… a ver como le explico a Mayra que tiene que deshacerse de sus clasificadores de ropa y la plancha del pelo…

Para las dos primeras noches hemos reservado una habitación por 20€ (noche) por Airbnb. La imagen mental fue: todos en el comedor, compartir una cena y unas cervezas con estudiantes tailandeses que nos explicarían todo sobre Tailandia… pero la realidad fue que era una habitación en una especie de hotel cutre, así que el error nos salió carete… Hay ofertas de hoteles con piscina por 13€/noche. Sin embargo, como buen mochileros, la mejor opción es ir a Kao San road y por 300 Baths tienes una habitación doble (ventilador y baño compartido) en buenas condiciones, muy correcto y barato.

Para ir al primer alojamiento, cogimos un tren desde el aeropuerto que nos llevó a la City, una vez allí, subimos a un tuk tuk, que significa barato en Tai… que narices… después de un tímido regateo, nos costó 180 Baths… aquí hay que regatear a muerte!!!!! o se te queda la cara de pringao. Esa cantidad es demasiado para la distancia recorrida. En Tailandia son muy listos, como en todas partes, o sino vete a tomar una paella a las Ramblas de Barcelona cuando acabas de llegar, no tienes ni idea de precios y lo saben, así que si pueden se sacan un extra… Entre tú y yo, otra táctica que utilizan, justo cuando llegas de otra ciudad, por ejemplo, en autobús, los taxistas te acosan desde el primer momento para que no puedas pensar, van hasta la misma puerta del autobús a darte prisa como si solo tuvieses esa oportunidad para decir que sí o estás perdido!! Así aceptas su elevado precio antes de comprobar que hay maneras más baratas para desplazarse a donde quieras ir.

Bangkok es una ciudad superpoblada donde todo se mueve rápido. El tráfico es horrible y hay gente por todas partes. Además siempre hay negocios abiertos, incluso mercados de ropa nocturnos. Al principio puede parecer demasiado… pero tiene muchos encantos.

La mejor manera para desplazarse por la ciudad, sin ninguna prisa, es el autobús local. Cuesta entre 9 y 15 Baths y todo el mundo, incluido el conductor, te ayudará en lo posible, son muy majos!! Además, como es un transporte que no usan los turistas, la gente es más amable, y quien no quiere practicar un poco de inglés, simplemente te mira con curiosidad. De todas formas, de noche los taxi con taxímetro (hay que pedirlo) son rápidos y baratos, ya que no hay tráfico.

La devoción por rey es altísima, rozando la exageración. Debido al duelo impuesto durante un año por la muerte del rey hay fotos por todas partes, incluso zonas de rezo por su muerte, sobre todo en los comercios, en todos!! con flores, incienso y velitas.

Visitamos el Patpong Night Market, y qué quieres que te diga, no tiene demasiado encanto, excepto por encontrar el mejor cambio de Euros a Baths. Todo lo que venden son souvernirs, imitaciones de marcas y… el famoso ping pong show!! ping pong show…. ping pong show…. ping pong show…. Qué pesaos!! Está rodeado de prostíbulos con chicas muy jóvenes, que ofrecen sus servicios a turistas borrachos, en salas oscuras con música tecno… bastante deplorable, musical y humanamente. Lo mejor fue que en esa zona nos hicimos nuestro primer masaje!!! ooooooh… que gusto… Después de revisar precios en varios sitios, finalmente escogimos un Oil Massagee por 250 Baths cada uno, Genial!!!!

Para que veáis como pueden ser los Thais, volviendo del Night Market preguntamos a una chica local sobre el autobús, muy simpática, estuvimos hablando con ella, le gustaba el fútbol y era fan del Barça. Como el  autobús tardaba, nos ayudo a coger un taxi comunitario, el que cogen los locales, que si no sabes Thai no tienes ni idea dónde va… solo ves que sigue una ruta y la gente sube y baja. El precio del taxi fueron 7 Baths por persona que la chica Tai pagó, nos invitó!! Que mira qué maja la moza… 😀

Otra visita obligada es el templo del Budha estirado, el Wat Pho, cuesta 100 Baths la entrada, aunque vale la pena. Del caos de la ciudad, te adentras en la calma y tranquilidad de un templo budista. El templo está lleno de salas con estatua, figuras y ornamentos. En especial, es espectacular el Buddha estirado, estatua en homenaje a las enseñanzas de Buddha cuando tenía más de 80 años y daba sus lecciones estirado.

El Royal Palace está justo al lado, pero costaba unos 15 euros entrar… descartado… somos pobres…

Siguiente parada… Chinatown!! espectacular!!!! Es una calle llena de puestos de comida concurrida por muchísima gente, un espectáculo que nos encanto, y aprovechamos para probar todo lo que nos cupo en el estómago….

También fuimos al mercado flotante, por cierto, en autobús local, una maravilla de transporte!! pero estaba cerrado ese día… lástima.

Finalmente decidimos irnos de Bangkok, en bus por la noche hacia Krabi. Para llegar a la estación de autobuses preguntamos a una pareja, nos indicaron que teníamos que coger el número 40, pero como querían practicar inglés nos acompañaron hasta la parada, 4 calles más allá… pero qué majetes son!!!

Nuestros estómagos empezaron a reivindicar su felicidad, así que entramos en el mercado que vimos justo detrás de la parada del 40. Estaba lleno de comida!! lleno de paradas, con todo tipo de comida… en el centro había una plaza con mesas y bancos, rodeada de puestos de comida preparada, allí estaban los locales comiendo, y mientras en las televisiones colgadas, veían un combate de Muay Thai que parecía importante, así que nos unimos… añadir que el mercado estaba razonablemente limpio, y todo era muy agradable.

Y queremos mencionar a Marta, una a miga que nos acompañó un trozo del  camino, alucinándonos con sus experiencias como cantante en japonés y enseñándonos los dos discos que ha grabado. Una persona excelente a la que le deseamos lo mejor: Besazos Marta!!

Siguiente parada… la zona de Krabi!!

Estamos preparados, a punto, con una mochila «ligeramente» más pesada de lo que habíamos planeado, un poco nerviosos por la fama de «compañía barata» que tiene AirFlot, compañía rusa que nos va a llevar a Bangkok (Tailandia), nuestra primera parada. Es una pena muy grande que nuestra Lolita no pueda acompañarnos, aunque va a vivir como una reina con Encarna y Ramón.

Una vez llegados a Bangkok, podemos decir que el vuelo con AirFlot ha sido perfecto, cómodo y muy adecuado. Al ser la más barata con diferencia, creíamos que podría salirnos más caro en calidad de viaje, pero no ha sido así. Los asientos eran espaciosos y cómodos, nos han dado de comer cuando tocaba, el menú era correcto. por ser de avión, cada asiento estaba equipado con una pantalla para ver la película que quisieras.

Primero hemos hecho escala en Moscú, viajando en un avión tipo low cost europeo correcto, donde, para nuestra sorpresa, nos han servido la comida. Una vez en Moscú la espera ha sido corta, y el avión que nos ha llevado a Tailandia era monstruosamente grande, lo da más seguridad. En resumen, muy contentos con  la experiencia de viajar con AirFlot, queríamos puntualizarlo para aclara futuras dudas 😀

Así que llegamos a Bangkok sanos y salvos y empieza la aventura!!!!! Esto ya no tiene marcha atrás, vamos a vivir la mejor experiencia de nuestra vida, aquello que cambia el rumbo de nuestro destino haciendo que seamos las personas que queremos ser.