Lago Inle, turístico pero adorablemente bello

El autobús que reservamos en Bagan resultó ser una furgoneta que compartíamos con una señora mayor y otra mujer con un niño pequeño. Uno de los asientos era sobre una madera super incómoda… Así que la cosa iba así: si nos hacíamos los listos, nos cogíamos los asientos y dejábamos a la señora mayor o a la mujer con un bebe viajar 11 horas sobre una madera… eso no iba a pasar… Así que hice lo que nadie hace por esas tierras: quejarnos enérgicamente!!…

Les requerimos el asiento que habíamos pagado, y no una madera que me iba a dejar el culo cuarteado. El conductor lo resolvía diciendo que la señora mayor se sentaría ahí… con toda su pachorra…

Al final, tuve que dar la solución, ellos practicaban el inmovilismo, literal, se quedaban quietos con cara de asombro… al final parecía que querían camuflarse con el paisaje, como una estatua. Les pedí que ordenaran el maletero de la furgoneta y allí viajé yo, estirado entre maletas… No fue mal, sin ser el mejor viaje tampoco ha sido el peor.

La ventaja fue que sin pedirlo, como compensación, el conductor nos llevó al pueblo del lago Inle, Nyaungshwe, por una ruta que evitaba el ticket que se debía pagar por entrar en la zona, 12 dólares por persona, y que nadie nos iba a pedir el resto de los días allí.

Nos alojamos en una guest house que vimos recomendada en un blog, el Gypsi Inn. Las habitaciones eran correctas por el precio, 10 dólares la noche con desayuno. Y el dueño nos dejó entrar a las 6 de la mañana sin cobrarnos nada extra… yuhu!!! A dormir un poco!!

Súper desayuno del Gypsi Inn!!!

Al día siguiente fuimos a dar una vuelta. Al pasar por el embarcadero ya nos hicieron una oferta para dar la vuelta de rigor por el lago. El precio no estaba mal, 12.000 kyats (unos 9 dólares), pero sería mejor si encontrábamos una pareja con quién compartir bote y costes.

Unos metros más allá nos encontramos con Pedro, un portugués tranquilo y simpático. Le propusimos compartir el bote y aceptó, aunque todos coincidimos en ir a comer algo antes. Al final embarcamos sobre la 13 h, un poco justo para hacer la vuelta completa.

El paisaje en el lago es magnífico, las aves pescado, las plantaciones de tomateras suspendidas en el lago, los pescadores remando con su peculiar técnica, de pie en la punto de su canoa y removiendo su remo con la pierna… todo un espectáculo!!!

Plantaciones de tomates en el lago, Inle es famoso por sus tomates!!! Mmmm…. tienen un sabor exquisito!!!

Los pueblos son realmente pintorescos, las calles son el propio lago, a un lado hay casa, en el otro la tienda de comestibles, más allá oficinas, todo delimitado por agua. Parecía como un pueblo del oeste, todo de madera, pero con agua en vez de arena y polvo… Una preciosidad de paisaje…

Durante el recorrido,  te llevan de una tienda a otra para comprar, tiendas artesanas de seda, tabaco y demás.. nosotros le dijimos al barquero que no estábamos interesados en comprar nada, y que preferíamos navegar por los pueblos… No obstante por curiosidad paramos para ver la tienda de tabaco.

Al volver, nos encontramos a un típico pescador, con su red en forma de cesto haciendo sus posturas de equilibrista para la foto del turista, suponemos pagado por el gremio de barqueros… aunque obviamente preparado, un regalo para la vista y como recuerdo para la cámara.

Una vez en tierra firme nos dimos una vuelta por los interiores de la localidad, y encontramos una calle llena de paradas de comida local: buena, bonita y barata!!!

Al día siguiente nos alquilamos unas bicis por 2 dólares cada una, e hicimos un tour que habíamos leído era recomendable: Mr. Tofu. Un señor que hace un tour con explicación por los artesanos de la zona. Pudimos ver en acción desde productores de tofu a freidurías, productores de cacahuetes, todo muy muy pintoresco e interesante.

A la vuelta nos sirvió un plato de tofu que estaba exquisito y le pagamos 1 dólar cada uno. También nos organizó poder cruzar lago en un bote con bicis y todo por 4 dólares… genial!!!

 

El paseo fue espectacular, la calma del lago, sus pescadores, las aves pescando, y al otro lado del lago fuimos por el puente De Maing Thauk, de madera, rodeado de gente local, en sus botes, trayendo a los niños del cole… super pintoresco!!!!

Con las bicis recorrimos la zona cercana al lago de camino a Nyaungshwe. El paisaje era tranquilo y muy local, aldeas, y negocios locales.

Una vez llegamos al pueblo, buscamos un sitio para cenar. Encontramos una pequeña calle llena de restaurantes locales, el night market food stoll. El sitio perfecto para acabar el día!!

Cenamos muy bien, unos curris de vegetales, san noodles y un poco de pollo frito, perfecto después de largo día de excursión!! y todo baratísimo…

Finalmente volvimos a Mandalay; El Inle Lake es uno de los lugares más turísticos de Myanmar, no obstante sigue guardando magia y mucha belleza… sin mencionar que alejándonos un poco del pueblo te puedes perder entre gente local. Muy recomendable!!!!

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