Desde Myitkyna fuimos de noche en autobús hasta Mandalay, unas buenas 18 horas, recorriendo 550 km, largo pero bastante cómodo. Eso sí, no podía faltar la ya habitual parada de control de los militares para revisar nuestros pasaportes, de entre todo el autobús solo los nuestros… con la misma cara amenazadora y desconfiada, aguantando la mirada como si esperara que nos desmoronásemos y confesáramos el crimen que estábamos tramando…
Llegamos a Mandalay a las 6 de la mañana, y una vez allí fuimos a la estación de tren para seguir nuestro recorrido hasta Bagan. La estación era un submundo en sí misma. Eran ya las 7 de la mañana y la gente aún dormía en los andenes. Familias enteras estiradas sobre cartones durmiendo y roncando a pierna suelta. Algunos ya se estaban preparando y aseando para empezar el día… Un panorama peculiar, una normalidad que se escapa de nuestro entendimiento. Los cafés a lo largo de la vía empezaban a llenarse de gente que sin quitarnos el ojo de encima, saboreaba un té acabado de preparar.
El tren a Bagan era lento, muy lento, duró 13 horas… para recorrer 180 km!!!!! Jajajaja… espectacular… Paraba en todas las estaciones, sin embargo fue muy agradable, uno de los recuerdos más dulces de libertad y calma viajera.
El tren estaba casi vacío, las puertas inexistentes, y todo el camino transcurría entre poblados y bosques de palmeras con carros tirados por bueyes. Nos pasamos el viaje asomados por la puerta apreciando semejante preciosidad de paisaje, pura calma y tranquilidad.
Una vez en Bagan, empezamos a caminar hacia la zona de New Bagan, donde otra gente nos habían recomendado hoteles decentes. El camino era largo, unos 8 km, que intentamos hacer en autoestop. Una pareja nos paró pero nos alertó que en un punto del camino se hallaba un control de la policía donde se pagaba la entrada al parque histórico de Bagan… el coste era de 25 dólares por persona… Cansados por el viaje, decidimos pensarlo con calma, así que rehusamos aceptar el transporte de la pareja.
En algún blog ya habíamos leído sobre esta tasa, y que el destino de dicho dinero estaba cubierto de un cierto ocultismo… y eso quisimos creer para reforzar nuestra idea de colarnos sin pagar… Paramos a un taxi y regateamos el precio con la condición que nos colara, que no parase en el control y nos llevara directos hacia la zona de los hoteles. El taxista aceptó y por la cantidad de 5 dólares nos llevó a la rotonda en cuestión… genial!!!
Así que nos montamos en el taxi y en el momento de pasar el control agachamos la cabeza… Es criticable? sí, mucho, lo sabemos, pero nos excusamos con el trabajo de voluntariado que hacemos, un servicio gratuito durante todo nuestro viaje de educación y actuaciones de clown. Si queréis saber más mirad nuestra página web: Clown Science Dreams, allí explicamos todos los voluntariados que hicimos en Myanmar y en otros países como voluntarios.
El hotel elegido fue Hotel Royal Bagan, recomendado por una amiga, Florencia. Se trataba de un buenisimo hotel con piscina, cama gigante y muy limpio!! por 20 dólares la noche… Algo caro, pero necesitábamos un poco de descanso, comodidad y limpieza para variar. Así que allí estuvimos 2 noches. El primer día no salimos de la habitación, sólo para comer y para bañarnos en la piscina. Necesitábamos descansar después de tanto trabajo en Myitkyina y de largas horas de viaje.
El segundo día lo dedicamos a visitar los templos. Un día para visitar tanto templo es muy muy justo, aunque suficiente para hacernos una idea. Solo pudimos ver lo principal y muy por encima. Para ello alquilamos una moto por 4 dólares, muy recomendable para recorrer las largas distancias que separa cada templo.
En los monumentos principales te piden ticket, sobre todo en las horas más turísticas, en el amanecer y el atardecer. Nosotros, como no teníamos ticket, fuimos a verlos en horas intermedias y no tuvimos problema… Cuenta la leyenda que si te piden el ticket y alegas que te lo has dejado en el hotel, te acompañan a buscarlo para asegurarse… ups…
Bagan fue la capital de varios reinos de Birmania, sin embargo ahora está bajo el control de la junta militar. Ellos se han encargado de la reconstrucción, bastante parcial, y no con demasiado atino. Al parecer la UNESCO ha intentado proclamarlo patrimonio de la humanidad pero los militares lo han impedido…
Los familiares de los militares han construido hoteles tan cerca de los templos que en ocasiones se mezcla la zona urbana habitada con estos templos casi milenarios.
Los templos que visitamos fueron:
– Templo Dhammayangyi
– Templo Ananda
– Templo Shwezigon
– Templo Shwesandaw
– Templo Sulamani
– Templo Thatbyinnyu
– Templo Htilominlo
– Templo Payathonzu
Y muchos otros que ahora mismo no sabría reconocer… Algunos templos permiten subir a pisos superiores, dónde poder observar el precioso paisaje, y mejor al amanecer y atardecer. Otros templos están en condiciones no demasiado correctas, pero todos comparten su belleza y su riqueza en historia y experiencia. Se percibe el paso del tiempo, cómo han sido testigos de siglos de historia.
Saliendo del templo Sulamani, nos encontramos una cabaña dónde estaban friendo pastas y preparaban té con leche. Lo preparaban sobre un fuego de leña en una cocina de escasa altura preparado con arcilla, muy pintoresco, todo natural y todo construido con sus propias manos. Allí también había una mesa de jóvenes locales disfrutando de las delicias fritas. Nos pareció muy pintoresco y entrañable, y no pudimos evitar sentarnos para formar parte de aquello.
Lo probamos todo!!!! qué bueno y qué simpáticos eran!!! Intentamos charlar, pero no fue fácil. así que decíamos tonterías mediante gestos. De esta manera, continuamos la visita de templos con el estómago lleno y calentito.
Al final del día, exhaustos pero contentos, recogimos el equipaje y nos dirigimos al autobús que habíamos reservado unas horas antes hacia Inle Lake. Por cierto, reservadlo con más antelación que nosotros para no tener problemas de disponibilidad… Nos vemos en el Lago Inle!!!
Muy guai. Ha sido emocionante cuando os habéis colado con el taxi. Y que gusto al llegar a ese hotel tan chulo, me ha gustado mucho la piscina!
Daniela.