Salimos de Hanoi con nuestra fantástica Dinamita Vietnamita hacia Sapa!! en el extremo norte de Vietnam, una región montañosa habitada por numerosas etnias. Sapa es un pueblo que ya nos habían avisado de que es muy turístico, incluso nos habían recomendado evitarlo, saltárnoslo y pasar directamente a Ha Giang… pero también es una parada obligatoria en todas las rutas turísticas… por algo será… En este viaje nos acompañaban Liam y Pepa, con su scooter.
Empezamos la ruta y después de media hora pasamos un cruce con policías dirigiendo el tráfico. Nosotros pasamos por en medio de los coches para girar a la derecha, y no tuvimos problemas, pero Pepa y Liam no tuvieron la misma suerte… los habían parado en el cruce… vaya!
Por suerte ya les habíamos explicado lo que nos avisaron a nosotros… llevar el mínimo dinero… pagaron 90.000 Dongs, lo que dijeron que llevaban, pero les pedían 1 millón… y si cuela, cuela!!! La causa de la multa, obviamente no fue muy clara… Por nuestra parte, no nos han parado ni una sola vez, nos hemos cruzado muchísimas veces con policías, y siempre se han girado para ignorarnos… La suerte del principiante… Aunque si nos hubiesen parado tendríamos una historia que explicar… todo tiene sus dos caras…
De camino a Sapa esta Bac Ha, un pueblo donde los domingos se celebra un mercado donde toda la gente local va a vender sus productos, y aprovechamos que era domingo para hacer una parada.
El mercado era bastante grande, con todo tipo de productos, locales, agrícolas, industriales. Es impresionante la cantidad de diferentes etnias que se reúnen allí desde diferentes pueblos, con ropajes variados, caras, peinados, pañuelos, como si de una banda se tratara todas iban iguales, sobre todo las mujeres, con las cejas afeitadas… Todo un espectáculo de culturas, razas y costumbres… que preciosidad…
Como mercado, nos impresionó la venta de búfalos de agua. En un terreno más arriba del mercado se encontraba la zona de venta de animales, pero sobretodo de búfalos de agua… pero qué monos son!!!
Unas bestias de 500 kg, con poderosos cuernos, asustadizos y con ojos tiernos… Pues allí teníamos unos 100 animales reunidos, cada uno con su dueño esperando que alguien se interesara por su animal y empezara el regateo. Preguntamos y un animal cuesta sobre los 2-3 millones de Dongs.
Lo más espectacular es cuando de repente veías a la gente correr agitada hacia un lado de la explanada, eso significaba que dos de los inofensivos búfalos se estaban midiendo, con esos enormes cuernos… mejor no estar en medio… Y una vez recuperado el control la gente volvía a lo suyo… Una imagen preciosa, una práctica ancestral, con unos animales que encontramos preciosos…
Alejándonos de los precios para turistas, comimos en un restaurant local, compuesto de una mesa de madera roñosa y dos bancos, sirviendo arroz y pollo con salsa, nada mal y a muy buen precio. Y proseguimos nuestro viaje a Sapa.
El pueblo de Sapa es básicamente una aglomeración de hoteles, restaurantes, obras de más hoteles macrofánticos y tiendas de artículos de North Face… Nos alojamos en el Asiana Sapa Hotel, reservado por Booking.com, por 227.000 Dongs ($10) la noche. Todo muy correcto, excepto el desayuno, que no era de lo mejorcito…
Alrededor de Sapa hay varios pueblos donde viven diferentes etnias, como las Hmong, Dao Do, Tay y Giay. Nosotros, por tiempo y recomendación, hicimos una excursión a Lau Chai, a 6 km de Sapa.
La gente normalmente contrata un tour con un guía, normalmente de una etnia, que te lleva entre los campos de arroz. Pero nosotros no, como ya habréis adivinado, somos bastante agarradetes… así que buscamos el pueblo en el navegador y empezamos la ruta…
Siguiendo la carretera encontramos que había un check point dónde teníamos que pagar una entrada… para seguir hasta el siguiente pueblo… eran 100.000 Dongs por cabeza… Pero justo antes, un camino se desviaba a la derecha… así que probamos suerte…
Siguiendo este camino, preguntamos a campesinos como llegar a Lau Chai, y así íbamos encontrando el camino, hasta que llegamos a una senda muy clara y marcada, ese debía ser el camino…
La senda iba entre los campos de arroz, recortados en la montaña, como escalones de un verde muy vivo, con la imagen de los campesinas vestidas con los atuendos clásicos de cada etnia, una imagen preciosa, durante todo el camino…
De repente el camino continuaba por dentro del denso bosque, otra bella imagen, en tan variado paisaje… Más allá de los campos de arroz, a 2 km del pueblo el camino era transitable por vehículo, principalmente motos cargando sacos inmensos, cosechas, arriba y abajo sin parar…
A la distancia se veían grupos de niños, entre 5 y 11 años con manojos de pulseras, con la historia bien aprendida, repitiendo lo mismo sin para, sin razonar, con un tono triste, llevándola casi al llanto… en algunos momentos en que algo los distraía ellos continuaban pero atendiendo a la distracción, así que esa era la señal, nosotros empezábamos a imitar sus sollozos, hasta que el niño rompía a reír… jejeje… Ui!!!
Un grupo de coreanos!!! El grupo de niños nos daba por imposibles y salían corriendo a por los siguientes caminantes. Una vez en el pueblo, era momento para hidratarse y comer algo, con el precio algo hinchado y rodeados de turistas… El pueblo en si no tiene nada, o no lo supimos ver…
Otra opción es encontrar una Homestay y pasar la noche en casa de gente local, étnica, y conocer algo más sobre el lugar y sus gentes. Esta opción es genial, solo que los precios no nos parecieron justos… más de $50 por día los dos, teniendo en cuenta que ahora gastamos menos de $20 por día los dos… hay que ahorrar…
La vuelta a Sapa la hicimos por la carretera. Liam y Pepa cogieron un transporte, pero nosotros quisimos volver caminando, queríamos acabar lo que habíamos empezado… Y la vedad que no nos defraudo…
Los campos era un paisaje espectacular, pero la gente se organiza a partir de las carreteras, así que pudimos ver gente de diversas etnias, llevando pesadas cargas a algún lugar, niños llevando los búfalos de agua a sus establos, comercios curiosos, y restaurantes al límite de la montaña con increíbles vistas…
Una vez en Sapa… estábamos reventados… así que ducha, cena, una pequeña vuelta y a dormir!!!
Al día siguiente salimos hacia Ha Giang, pero antes teníamos que encontrar un mecánico para reparar el pinchazo de la scooter de Liam y Pepa, cambio de cámara por 70.000 Dongs.
Y una vez listos… hacia Ha Giang!!! Seguimos la ruta por el norte vietnamita!!
