Llegamos a Krabi después de viajar 12 horas (de noche) en autobús (precio 574 Baths/ persona). El autobús correcto, muy aceptable y suficientemente confortable, incluyendo una sencilla cena! De Krabi town fuimos a Ae Nang en taxi compartido por 60 Baths cada uno. Qué ganas tenemos de llegar a playas paradisíiiiacaaas… se nos hace la boca agua…
Llegamos a Ao Nang, una larga playa sin ningún encanto… prefiero Torredembarra… además es muy turístico… pasamos a ver la siguiente: Railay. Para ello cogimos un longtail boat que nos costó 100 Baths/persona, la única opción para llegar… Cómo mola, con este calor, ir en barquito tailandés de madera cruzando los mares!!! y las vistas impresionantes!! precipicios y rocas inmensas suspendidas sobre el agua… esto ya nos gusta más!! 😀
Railay consiste en una península alargada. Por un lado es una playa larga, rodeada de gigantes verticales de impresionante altura, regalando un paisaje espectacular, sobre todo al atardecer, el sol se pone sobre el mar, con las rocas a contra luz como espectadores de otro planeta. Adentrándose en algún camino hay símios, muy monos… 😉
El único inconveniente de esta playa es que hay bastante gente… En el otro lado de la península están los bungalows, bares/chiringuitos y supermercados… Disculpad mi escepticismo, pero en global, fuera de las zonas creadas por la madre naturaleza, a menudo, bastante masificadas, el resto no tenía demasiado atractivo. Y los tailandeses del lugar viven por y para el turista… no era lo que nosotros buscábamos… Nos alojamos en el bungalow más barato, Rapala, una cabaña con paredes de estilo paja / bambú, con un colchón en el suelo, baño comunitario y ventilador, por 600 Baths…
Al día siguiente fuimos a Ton Sai. Se llegaba cruzando la pequeña zona rocosa y boscosa que separaba las dos playas, 10 min caminando. La playa era igual de bonita pero con mucha menos gente, y el ambiente mucho más juvenil y perro-fláutico. Esta playa es famosa porque las paredes de roca que la rodean espectacularmente son zona codiciada de escalada. Se organizan excursiones de escalada en grupo o privada, y puedes alquilar todo el material. Nosotros no escalamos, así que no os podemos dar más información… sorry…
En Ton Sai había bungalow disponibles por 300 Baths!!! La mitad de lo que estábamos pagando… en fin… de los errores se aprende… La moraleja es que no te debes fiar de internet, en este caso es inútil, vas a pagar precio europeo, lo mejor es consultar con los turistas que te que encuentres e ir cara a cara a las guesthouse para poder regatear.
Por la noche, te puedes tomar una cerveza en la playa, con la impresionante visión de paredes verticales, como sabios gigantes, estáticos, para los cuales el tiempo es infinito… uff… ya me estoy yendo por los cerros… Nosotros coincidimos con la celebración del Big Cleaning Day, una fiesta en la playa, para agradecer a los voluntarios que habían ayudado a limpiar la isla. Con todo tipo de comida y, cómo no, cerveza!! conciertos y bailes tradicionales Tailandeses. Se celebró un concurso de fuego, para demostrar la pericia de valientes locales y foráneos manejando las bolas de fuego o la vara al ritmo de la música, un espectáculo muy vistoso. Fue divertido, aunque fuese 100% turístico.
Al día siguiente íbamos a Koh Lipe, pero en la misma estación conocimos una pareja que nos recomendaron ir a Koh Mook, una isla bastante salvaje en el mar de Andaman, cerca de la costa de Trang. Y allí fuimos!!! Mira por dónde… que gustazo es poder escoger el rumbo al minuto… 😀
