Después de unos 380 km en nuestra bestia parda, nuestro nervio incansable, eso sí, a 50 km/h… llegamos a Tam Coc!!!!
Como el camino era largo, y sabíamos que llegaríamos tarde, reservamos a través de Booking, una habitación en Hung Anh Homestay por 250.000 Dongs ($11) con desayuno. Al llegar nos recibió un matrimonio mayor, de unos 60 y tantos años, muy amables, atentos y sonrientes.
La mujer nos preguntó si queríamos cenar con su familia esa misma noche, se nos enterneció el alma, con el cansancio acumulado, que nos invitaran a compartir la cena con su familia era un gesto muy bonito… hasta que, en fracciones de segundo, recordamos que estábamos en Vietnam, en zona turística, y preguntamos: ¿cuánto nos costará? y ella respondió: 100.000 Dongs ($4,4) cada uno, con una amplia y amable sonrisa… jajajaja… Le dijimos que era muy caro, que podríamos pagar 50.000 Dongs cada uno, y aceptó…
Bienvenidos a Tam Coc, la ciudad dónde todos los comerciantes te sonríen como si de madre Teresa de Calcuta se tratara, o como si te hubiesen criado como a su propio hijo… hasta que ven que no vas a comprar nada… y vuelve el diablo en persona para despreciarte… es una exageración a medias… y la verdad que no nos gustó nada nuestra estancia en esta ciudad solo por esta actitud tan pesetera y poco humana.
La cena con la familia estaba bastante bien, sencilla pero bien, arroz, pollo, rollitos y vegetales y en mucha cantidad, así que fue una buena opción para el precio que pagamos.
La habitación era correcta, el problema es que la mujer nos estaba detrás todo el rato. Esa misma noche fuimos a dar una vuelta después de cenar y al volver nos encontramos con una pareja belga muy maja que estaban en nuestra misma homestay. Nos tomamos una cerveza juntos hasta que nos vino a buscar la señora para que volviéramos a la homestay!!!!! que era tarde!!!! las 23h!!!! Se sentó en nuestra mesa con cara larga diciéndonos que teníamos que volver… Perdón!!!?
A la mañana siguiente la misma historia, estabas en el baño «cagando» y te picaba a la puerta para darte más papel de váter… pero ya había!!!! Era una tortura!!
Salimos a pasear y empezamos a preguntar precios, encontramos por 180.000 Dongs ($8) en Lang Khanh Guest house y de repente dijimos… Vámonos de esta homestay!!! qué pesados son!!! y a las 13:30h nos fuimos para allá diciendo que nos íbamos a Hanoi, porque si decíamos la verdad nos podrían cobrar extra… En el nuevo sitio todo correcto, más o menos limpio, A/C, desayuno… nada pesados y más barato!!! Genial!!!!
El mayor atractivo de Tam Coc son sus paisajes. Es una planicie con formaciones rocosas kársticas, protuberancias que sobresalen de repente, lo llaman el Halog Bay de tierra, o la tierra del Son Goku de Bola de Drac… (esto ya es más petit comité). Nosotros visitamos la Bich Dong Pagoda.
Fuimos caminando, entre arrozales y agricultores arriba y abajo. Es una pagoda preciosa, subes escalera y cruzas una cueva, Mua Cave, dejando ver vistas increíbles. Saliendo de la pagoda a la izquierda hay un camino que te lleva a un valle muy singular, el paraje es precioso.
Una de las mayores atracciones es el paseo en barco a remos, llevado por los locales, con la particularidad que reman con los pies. El barco normalmente lo contratas en el lago que está en el centro de Tam Coc.
El paseo es un poco caro unos 270.000 Dongs ($12) por persona, por eso en nuestro afán de ahorrar habíamos descartado hacerlo… Hasta que yendo hacia la pagoda, vimos otro embarcadero. Allí una señora nos paró, nos dijo que si nos esperábamos hasta las 17h la oficina de los tickets cerraría y nos haría descuento.
Nos pilló un poco por sorpresa, pero le hicimos una oferta, 150.000 Dongs ($6,6) los dos, la mujer aceptó… Vale, no nos lo creíamos mucho… Cómo aún teníamos tiempo fuimos a visitar la pagoda y volvimos, la señora no se separó de nosotros en ningún momento…
Ya eran las 17h y nos dijo que nos escondiéramos en la entrada de una casa, que ella nos avisaría… todo muy furtivo… No pensábamos que fuera inmoral o que estuviésemos quitándoles dinero por pagar menos, al revés, si las mujeres remeras se revelan de esta manera porque el dinero del ticket va a parar a los bolsillos de los de siempre y no al de ellas, y al precio original ya habíamos decidido no hacerlo, así que creímos que era un trato justo para las dos partes…
Al rato la señora nos vino a buscar, nos montamos en la barca y otra mujer nos dijo que pagáramos en ese momento, y así lo hicimos. Empezó el viaje, en un pequeño bote metálico, calando muy poca profundidad, el paseo era entre arrozales, manglares, selva acuática, lleno de flores de loto, creciendo sobre el agua, precioso!!!! como era tarde no había nadie, estábamos solos, entre las protuberancias kárticas, en un silencio natural, entre aves, algún pescador, y nuestro silencio… bellísimo momento…
En un momento llegamos a un orificio en la roca, la mujer se remó hacia ella, nos estábamos metiendo en una cueva, ella nos indicó que bajáramos la cabeza, que nos tumbáramos, mientras nos adentrábamos más y más en la cueva, puntas quedaban a apenas 5 cm de mi cara, mientras el techo y sus protuberancias estaban cada vez más abajo, ya casi a la altura de nuestro pecho… de repente la señora nos decía algo que no acabábamos de entender:
phoun, phoun… Aaaah!!!! que alumbráramos con el teléfono!!! phone!!!
Sacamos los frontales y alumbramos. Ella seguía avanzando, hasta que ya no había espacio ni para el bote, y con movimientos nerviosos que nos hizo dudar por unos momentos comenzó el retroceso… las lluvias habían subido el nivel y no podíamos cruzar la cueva… Torpemente, por el poco espacio disponible, consiguió sacar el bote del agujero… y nosotros pudimos respirar… uff… la adrenalina estaba a niveles elevados… pero lo habíamos disfrutado como aventura.
El paseo en barco prosiguió con la misma relajación que había empezado… un momento de meditación consciente… de regalo a nuestra vida… en un entorno precioso… Una vez en el embarcadero nos despedimos de la preciosa señora, y de vuelta a Tam Coc.
Esa noche descubrimos el Minh Toan Restaurant Father Cooking, un restaurant con pinta de caro pero que es bueno, bonito y barato!!!! mejor que el resto de la oferta del lugar. Y después conocimos a unos catalanes, Raquel y Cesar, y nos sentamos en unas sillitas en frente del supermercado con letrero: Hanoi Foot Massage, a tomarnos una cervecita por 15.000 Dongs ($0,66) la botella de Bia Hanoi… Perfecto para acabar el día!!!!
Al día siguiente fuimos a hacer una caminata entre arrozales, donde los agricultores trabajaban, entre las montañas, cruzando pueblos… con la tontería recorrimos 16 km en total, pero valió la pena, el paisaje es muy bonito. Hay más sitios para visitar en Tam Coc, pero nosotros no tuvimos tiempo para más.
Nuestra siguiente parada era Halog Bay o en su defecto, la versión barata, la isla de Cat Ba. Allá vamos Cat Ba!!!!!