Varkala, un oasis de descanso en la playa de la India

Desde Chennai fuimos a Varkala, un pueblo en la costa de Kerala para pasar las Navidades de vacaciones!!!

Para ello compramos billetes de tren y como siempre en el último momento… Pagamos unos 1800 rupias por dos billetes en sleeper… muy caro, pero el sistema indio hace que si compras billetes con el tiempo justo lo tengas que hacer a través del sistema Tatkal, y sale mucho más barato… es el último recurso para comprar billete a última hora en India y el más caro. Por si no lo he mencionado, en India los trenes siempre están llenos, por tanto los billetes de tren se deben comprar con tiempo por adelantado. Así que viajar de manera espontánea se convierte en complicado y más caro… De todas formas es como lo hacemos nosotros, y no vamos a cambiar, no sabemos de otra manera…

Después de toda una noche de traqueteo, llegamos a Varkala. Desde la estación fuimos andando hasta la playa, con las mochilas y el sol durante unos 2 km… Una vez cerca empezamos a ver los comercios más turísticos, estábamos cerca de la playa!!! En la calle principal preguntamos, y encontramos una guesthouse que no estaba mal por 400 rupias… Seguimos para ver si encontrábamos algo más cerca de la playa. Por casualidad nos topamos con el resort Aishana, a unos metros de la playa.

Hablamos con el dueño y resultó que hablaba español!!! Había trabajado muchos años en Canarias, y tenía disponibilidad. Nos hizo un buen precio por una habitación fantástica!!! El hotel tenía mucho glamour, todo limpísimo!!! El dueño, Bilal y su mujer francesa (que no recordamos su nombre… perdón), eran super agradables y su hija muy graciosa y simpática!! Pues allí nos quedamos todo el tiempo que estuvimos allí.

Varkala es una playa larga que está limitada por un precipicio, así que la parte más turística se encuentra al borde del acantilado. La avenida principal sigue todo el borde del acantilado y es perfecta para pasear, con numerosos restaurants, resorts y tiendas de souvenirs y bisutería. El lugar es muy bonito, fue una fantástica elección para las Navidades.

La oferta gastronómica es muy variada, desde comida india de todas partes, pizza buenísima y baratísima en Mamma champos, en Varkala Road, hamburguesas baratas en Little Tibet Restaurant, comida del sur de la India luy barata, 100 rupias (1,5 dólares) el plato de Dosa, y todo el pescado que quieras a precio razonable y muy fresco, en Clafouti Restaurant.

Un día, por casualidad, conocimos a Adriano, un siciliano que se dedica a encontrar buenas cosechas de café por el mundo, con él aumentamos la familia. Después conocimos a Cata, Ángela, Yoli y Cindy, un grupo de chicas de diferentes países, españolas y sur americanas, hiendo la familia aún más grande!! Y por último conocimos a través de Adriano, a Genarino, un gurú italiano, una persona singular, el último elemento que faltó para tener la familia completa, lista para las Navidades y fin de año!!!!

Así que los siguientes días los pasamos trabajando en el ordenador, pasando algunos ratos en la playa y compartiendo tiempo y actividades con nuestra nueva familia. Hicimos clases de yoga, y nosotros les hicimos un taller de clown. Fue muy divertido y enriquecedor…

Varkala es un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la playa y la buena vida… vida sencilla con algún lujillo de tanto en tanto…y Pizza!!!!!

Llegaron las Navidades, e hicimos una cena en el restaurant Clafouti, comimos pescado y bebimos cerveza!!! Nos hicimos amigo invisible y nos lo pasamos muy bien!!!! Fue genial, aunque echamos mucho de menos nuestras familias en Barcelona… sniff sniff…

Para fin de año cenamos en el mismo sitio, la calidad precio del pescado era buena. Después nos bajamos a la playa a beber unas cervezas y pasar el rato. En la playa había muchos grupos de indios algo borrachos, aunque el lugar parecía seguro, nos sentamos y estuvimos un rato con más extranjeros que andaban por ahí, cuando de repente apareció la policía a desalojar la playa, iban con palos, aunque nos echaron amablemente….

Así que el plan cambió, fuimos de fiestecilla a un bar-terraza musical, la música era bastante horrorosa pero había ambiente de fiesta. Y de allí a dormir, después de una buena noche con nuestra nueva familia!!!!

Después de un par de días dejamos Varkala, en tren hacia Dindigul, donde seguiríamos nuestro trabajo de voluntariado… Vuelta a la India profunda…

New Delhi, la caótica capital de la India, el reflejo de un país anacrónico

Llegamos de madrugada en tren desde Varanasi y teníamos marcados en el mapa algunos hoteles y guesthouse como posibles candidatos para nuestra estancia. Estos estaban en la zona de Paharganj, calles estrechas llenas de tráfico, vendedores agresivos y vacas… una combinación embriagadora, o más bien mareante…

Visitamos todos los hoteles, y todos sin excepción estaban ultra sucios… El mejor fue el Brown Bread Bakery, de los mismos dueños que en Varanasi, pero no conseguimos conectarnos al wifi… imprescindible…

Finalmente, nos estuvimos provisionalmente en Namaskar, por 500 rupias (7,5 dólares). El pasillo ya estaba llenos de mierda… y la habitación no era mejor…. Allí duramos una noche.

Mirando bien, descubrimos un hostel un poco más lejos del supuesto centro, en la zona de Cutur Minar, llamado Hostel Amigos. Se trataba de un hostel mochilero llevado por un par de jóvenes. La persona que nos recibió fue el hermano de uno de los fundadores, Vickar.

El hostel estaba aceptablemente limpio, era agradable y tenía todos los servicios necesarios. Los dueños y Vickar eran super simpáticos y amables!!! Incluso nos arreglaron una invitación a una boda india y nos dejaron ropa adecuada para la ocasión!!!

La boda fue muy interesante. Nosotros sólo fuimos a uno de los tres días que dura la celebración, asistimos a la parte menos ceremonial y más festiva. Llegamos los primeros y por error nos metimos en una boda diferente…

Eso sí, no tuvieron ningún problema en aceptarnos!! Incluso nos animaban a entrar a la sala del banquete… pero justo llegó Vickar, y nos recondujo a la boda correcta. La estética era espectacular, de colores, adornos, exagerado. Los novios entraron seguidos de un sequito de amigos y familia, y al resguardo de un arco de flores que sostenían unos amigos de ellos. Hubo banquete con bufet libre, comida india de todas formas y colores.

Había una pista de baile donde todos bailamos Bolliwood!!! Jajajajaja…. todo un espectáculo!!!!
Y después de un rato nos fuimos, les dejamos con su ceremonia, donde nosotros no pintábamos nada… Una experiencia genial!!!! Colores, música, baile y gente muy amable!!!!

Nueva Delhi es una ciudad bastante caótica y con mucha contaminación. Leímos que los niveles de contaminación de esos días equivalían a fumarse 50 cigarrillos en un día… exagerado… Y no vimos ningún rastro de medida preventiva o de corrección por parte del gobierno…

Debido a los trabajos de voluntariado nos recorrimos buena parte de la ciudad, sobretodo el centro, nordeste, el barrio de Gaziabad, sur y suroeste, hasta la parte de Vasant Kunj. El modo de transporte más cómodo es el metro, que tiene un precio aceptable, aprox. 30-50 rupias por viaje (45-75 céntimos de dólar), está muy limpio y además tiene un vagón solo para mujeres…

 

Para visitar esta el Templo de Loto, el Templo de Akshardham, Galería Nacional de Arte Moderno (GNAM), la fortaleza de Tughlaqabad, el Templo Iskcon, el jardín Lodhi, el Mercado Sarojini, la Puerta de la India, la Torre de Cutub Minat,el Fuerte Rojo y Chandni Chowk, la Tumba de Humayun, y mucho más por ver…

A mí me gustó recorrerme las calles de Delhi, formar parte de esa ciudad por tres semanas, Mayra no piensa lo mismo, la encontró sucia, caótica y demasiado contaminada…

Y de allí pasamos al estado de Tamil Nadú, la región más meridional de la India, bañada por el mar y seca y árida en el interior…

Kochi, una típica parada de la India

Desde Dindigul llegamos a Kochi (o Ernakulam) en autobús, que nos dejó justo en la entrada de la ciudad a las 6 am. Como de costumbre y para hacer tiempo antes de ir al hotel, fuimos caminando los 3 km de distancia.

Cruzamos la ciudad, vimos templos y mezquitas, la bastante abundante población musulmán, hasta que por fin llegamos al hotel que habíamos reservado: Bright Heritage Hotel. Se trata de un hotel bonito, nos dábamos un descanso con un poco de comodidad. El hotel nos concedió la suite por un precio muy razonable, así que estábamos encantados. Visitar el siguiente enlace para más información sobre el hotel.

Después de dejar nuestras cosas nos fuimos a dar una vuelta, por la zona. Solo salir vimos unos árboles increíbles!!! Eran gigantes y se extendían por el cielo cubriendo toda la calle… que belleza centenaria… Torciendo la calle llegamos al mar, nos acercamos y pudimos ver delfines!!! Allí mismo!!! Revoloteando cerca del dique.

A lo largo de la costa están las redes chinas, una artilugio gigante de origen tradicional chino que sirven para pescar, y que constituye una atracción turística. Es impresionante ver los seis hombre trajinando las cuerdas para hacer subir y bajar esa especie de catapulta de diez metros de altura…

La costa continua con un paseo, después aparece la playa donde se hacen conciertos y otras actividades. Es agradable caminar por el paseo. En la playa la gente local sigue vestida, sin bañador, aunque se estén bañando siguen vestidos… otra cultura.

Es bonito porque está lleno de palmeras, la gente es más tranquila que en el norte, es agradable. En una calle nos encontramos con una celebración hinduista.

Toda la gente de los negocios de la calle estaba al límite de la carretera con una mesa donde ponían ofrendas de cereales, velas y adornos, mientras esperaban la llegada de un enorme elefante que avanzaba lentamente. Se trataba de un elefante de verdad!!! eso sí, custodiado por un tío con una especie de pico afilado y con las cuatro patas encadenadas que solo le permitían moverse poco a poco. Pobre animal, era el espectáculo, también para nosotros…

También visitamos la iglesia de Vallarpadam, y al lado hay un pequeño teatro, Kerala Kathakali Centre, donde puedes ver representaciones de Kathakali, o un concierto de sitar. El sitio es muy bonito, todo de madera y vale la pena ir. Y la representación es muy interesante.

Un día alquilamos una moto por 500 rupias (7,5 dólares) en el hotel y nos fuimos a Allepey para visitar los backwaters. La carretera hasta Allepey fue muy bonita, soleada, llena de palmeras, gente local amable, yendo de arriba a abajo, niños saliendo de la escuela, nos gustó el paseo con la brisa acariciando nuestras caras.

 

Los backwaters son preciosos!! Nos dimos una vuelta corta de 2 horas, y tuvimos que regatear hasta la muerte para que nos costara 500 rupias… Allí ves los manglares, los pueblos al borde de los canales. Vimos aves de colores, como el Martín pescador (King Fisher). Es un tiempo perfecto para relajarse y dejar que el tiempo pase sin estrés ni nada en que pensar..

Al volver a Kochi con la moto, nos dimos una vuelta por la zona del interior, bueno, Mayra quería encontrar un sitio para comprar kurtas, unas camisas largas de mujer que son muy coloridas y bonitas. Finalmente las encontramos, y allí apuramos el tiempo de volver.

Para comer, no encontramos ningún sitio excepcional en el que repitiéramos, hay que decir que mantuvimos el presupuesto muy bajo. Básicamente comimos comida local.

Y de Kochi, cogimos un vuelo y nos fuimos hacia Barcelona. Encontramos un vuelo por 250 euros pero que duraba 30 horas!!!! Haciendo 4 escalas… Kochi – Colombo – Abu Dabi – Estambul – Barcelona… Nos lo tomamos con calma y no se nos hizo muy pesado… de vuelta en casa…

Varanasi, la crudeza y espiritualidad de India en una ciudad

En la frontera de India y Nepal conocimos una familia india, se dirigían a Gorakhpur, así que parte del camino lo haríamos juntos.

Para llegar al siguiente pueblo de la frontera para coger un autobús necesitábamos alquilar un transporte. Sin poder ser más oportuno, un hombre ofreció llevarnos con su mini-bus, el cabeza de familia negoció el precio y allí fuimos todos!!! El mini-bus no podía estar más destartalado!!!!

Era muy gracioso… Llegamos al pueblo Nautanwa y cogimos el autobús local a Gorakhpur. En este pueblo debíamos coger otro autobús local que nos llevaría hasta Varanasi. Nos dirigimos a la estación de autobuses pero de allí no salía nuestro autobús, así que preguntando unos jóvenes nos indicaron el lugar.

Eran la 3 am, estábamos en una calle donde supuestamente pasaba un autobús hacia Varanasi, el hecho de que hubiese más gente esperando nos daba esperanzas… Después de un buen rato la gente se empezó a inquietar, el bus no llegaba, preguntamos y nos dijeron que había cambiado a otra dirección, esto no pintaba bien…

Al final llegó un autobús en la nueva dirección, o lo que parecía la silueta de un autobús… Tenía partes desprendidas, ningún asiento estaba entero, las ventanillas no cerraban. Los demás pasajeros eran de lo más variopinto, con turbantes blancos, túnicas o trapos enrollados por el cuerpo, con largas barbas blancas… parecían señores del desierto de un cuento de Emilio Salgari… El viaje fue un infierno, mucho frío y aire, el ruido era infernal, era imposible dormir…

Al fin llegamos a Varanasi!!! Estábamos reventados, aunque igualmente hicimos honor a nuestra tradición de no coger rickshaws en las estaciones. Caminamos 3 km hasta la zona de mayor densidad de guesthouse. La ciudad estaba despertando, con un colorido diferente a Nepal, se podía prever el caos, la muchedumbre. La gente aún estaba estirada en el suelo, o se aseaba con un cubo de agua.

Llegamos al centro de la ciudad y empieza el espectáculo, un señor se nos engancha para ofrecernos alojamiento, más bien quiere ir a donde nosotros vayamos a reclamar su comisión, incrementando por supuesto nuestro precio. Probamos de despistarlo de todas las formas, quiebros de cintura, cambios de dirección, insistiéndole que se fuera… no había manera… Después de un rato de mostrar que nosotros somos más tozudos que él, se fue… así que amigos y amigas, es posible, esta gente también se cansa…

Después de dar mil vueltas y gracias a lo que habíamos leído en otros blogs, fuimos a la Brown Bread German Bakery hostel. Un alojamiento muy bueno y a buen precio, hacen pan artesanal, la comida está buenísima y la limpieza es tal que puedes comerte una ensalada con total seguridad!!!! Sin duda el mejor sitio de Varanasi!!!

 

Además tienen una ONG con la que colaboramos, ver post, que da educación a muchos niños y niñas, además de dar trabajo en sus talleres a personas de las castas más bajas. Un trabajo genial.

Varanasi es una ciudad única!!!! Es ciudad sagrada en India, y se puede percibir su espiritualidad, sobre todo por los personajes que habitan sus calles. La ciudad está bañada por el rio Ganges, el río sagrado, el lugar más importante para celebrar los rituales funerales de los hinduistas. A la orilla de este gran río se encuentran lo Ghats, las escaleras que llegan al Ganges.

Hay más de 100 ghats en Varanasi, y paseando por ellos puedes ver ceremonias de todo tipo, desde invocaciones, celebraciones, ofrendas, a cremaciones, sobre leña de sándalo.

Hay 2 Ghats donde se queman los cuerpos de los difuntos para después ser ofrecidos al Ganges, estos son el Ghat Manikarnika, que es el principal, y el Ghat Harischandra, el secundario. Estas son algunas de las curiosidades que nos explicaron allí la gente local:

  • En las ceremonias crematorias queman con 350 kg de madera, sándalo o banú. Las mujeres no pueden estar en la zona de las hogueras porque antiguamente la mujer del fallecido se arrojaba al fuego, y entonces las más tradicionales se podrían tirar al fuego.
  • No se pude llorar, sino haces que el alma se apegue al cuerpo y no pueda salir.
  • Si se muere el padre, su hijo mayor se rapa la cabeza al cero, si se muere la madre es el hijo pequeño el que se rapa, si se muere el marido la mujer, y si es la mujer el marido.
  • Los cuerpos se queman durante 2 horas y después se pega un palazo en la cabeza para romper el cráneo y que salga el alma. Entonces se quema durante una hora más.
  • La mujer se queda sin quemar la cadera, y del hombre la zona del corazón, que cuesta más y se arrojan al río. Entonces se llevan en barco y se tira al Ganges.
  • Si no hay madera de sándalo se echan polvos de sándalo para disimular el olor de la carne ardiendo.
  • Se pone ghee, una especie de mantequilla, para que el cuerpo arda mejor .
  • La hoguera se enciende con el fuego eterno que se guarda en un templo y que lleva 3500 año encendido, no se utilizan ni cerillas ni mecheros.

Varanasi también es lugar de residencia de una gran comunidad Sadhu. Se trata de gente que ha abandonado toda posesión material y vive de las limosnas. Se dedican a la meditación y al yoga, además de fumarse unos cacharros del copón para conseguir llegar al estado de nirvana. Su aspecto es muy singular, y les puedes hacer una foto a cambio de unas monedas.

Las calles paralelas a los Ghats son muy curiosas, estrechas y llenas de negocios locales, tiendas de lassi, el dulce yogurt bebido, dulces y fritos típicos de la zona. Si te alejas de los ghats en contra corriente del río puedes ver un poco más de la ciudad, una parte más normal india, no tan turística o ceremonial.

Para comer, nosotros fuimos al restaurant Madhur Milan Café, en la calle Dashashwamedh road, barato y bueno para comer channa masala, paneer masala, palak paneer y otro platos que nos encantan!!!! Tambien fuimos al restaurant Nepalí, uy cerca del anterior. Pero nuestro sitio favorito fue el Brown Bread Bakery, donde podíamos comer sandwiches y ensaladas a precio razonable!!!

Fuimos a hacer un voluntariado a una escuela del barrio Narottam Nagar Colony. Esta zona está justo después del Ghat Ravidas. Está llena de barracas, gente viviendo en condiciones demenciales, niños desnudos y sucios corriendo por la calle, y después estos niños y niñas estaban con sus mejores galas y repeinados con la raya al lado en nuestros talleres, dándolo todo, disfrutando, interpretando… que preciosidad de personas… Al salir de la escuela nos encontramos a los mismos niños saludándonos otra vez con sus ropas habituales, y sus sonrisas de oreja a oreja… para comérselos…

De Varanasi fuimos a Nueva Delhi, para ello fuimos a comprar billetes de tren… y no quedaban… nadie tenía para el día siguiente que no íbamos!!!! Al final, conseguimos en un agencia de viajes un chanchullero que nos consiguió dos billetes pagando un extra… pero después de haber visto que no había alternativa aceptamos.

Y en tren nos fuimos a Delhi… siguiente parada, la capital de la república.

Tupche y Lamagaun, dos pueblos encantadores del Nepal rural

Desde Katmandú cogimos un autobús hacia Tupche, un pueblo a unos 80 km. La carretera era impracticable, como es usual en Nepal. En algunas partes del trayecto los socavones en la carretera eran tales que la cabeza nos tocaba el techo a cada bote, debíamos ir con cuidado de no hacernos daño… sin exagerar… Por el camino cruzamos pueblos que a medida que nos alejábamos de Katmandú eran más pintorescos, parecían de otros tiempos…

De repente no paramos, había una cola interminable de coches, camiones y otros autobuses. No avanzábamos así que decidimos ir a ver que sucedía: un desprendimiento había dejado caer toneladas de arena y toca sobre la carretera. Una excavadora ya estaba trabajando para despejarla, pero aun teníamos para rato.

Las carreteras del Nepal son muy peligrosas y sobre todo en las épocas de lluvia, cuando aumenta el peligro de desprendimientos… imagínate que te caigan unas toneladas de graba encima… no lo quiero ni pensar…

Finalmente llegamos al pueblo de Tupche. Seguimos las indicaciones que nos había dado Montse de Petit Mon: cruza el puente del río, gira a la izquierda y sigue el caminito hasta ver una casa de colores… Y allí era, la residencia Chandeswori, donde pasaríamos los siguientes 3 días en compañía de unas personas geniales (ver post Clown Science Dreams).

Tupche se encuentra en el distrito de Nuwakot. El pueblo de Tupche es muy pequeño, se compone de una avenida flanqueada por casas bajas. Siguiendo esta carretera te encuentras con todo el pueblo, los abuelos tomando la fresca, las señoras tendiendo… y más adelante están los campos de arroz, donde los adultos y jóvenes se dedican a segar las hebras de arroz, las dejan secar y después desprenden el arroz a golpes sobre una lona. El paisaje es muy pintoresco, muy rural, nos encantó pasar el tiempo sin preocupaciones, simplemente observando como trabajaban el arroz…

A través de nuestras labores de voluntariado también pudimos visitar la escuela. Se compone de una explanada vacía, con dos filas de barracones a los lados. Los niños que deberían estar en clase, corrían por el patio, o apoyados en las ventanas charlando. La única clase que estaba activa durante nuestra visita fue la de Andrew, un voluntario de UK que daba clases de inglés y ciencia…

 

La verdad es que todo era muy muy básico y sencillo, 1 templo pequeño, 2 bares y 2 pequeñas tiendas de alimentos, el resto se compraba en Trisuli, el pueblo de al lado que es más grande.
Al finalizar nuestra misión en Tupche, cogimos un autobús en la carretera y nos fuimos a Lamagaun. Para llegar debíamos de para en el pueblo Ranipauwa y caminar una hora por la montaña, en una carretera de barro, cruzando aldeas, seguidos por perros amables que eran atacados cuando por descuido se metían en el territorio de otros perros…

No fue fácil llegar, las indicaciones no eran muy claras, y el pueblo estaba desperdigado por la ladera de la montaña… Nos acercamos a una casa y finalmente oímos una voz en castellano, era Mire, una voluntaria de Hugging Nepal que nos daba la bienvenida desde el campamento de los voluntarios. Era como un terreno campamento de película de aventuras, una carpa en medio de la vegetación, con un sistema eléctrico improvisado, tiendas de campaña y una gran mesa de operaciones… Si queréis saber más podéis ver el post de Clown Science Dreams .

Lamagaun, como ya hemos dicho es un conjunto de casas repartidas por la ladera de la montaña, entre campos de cultivo y vegetación salvaje, es pura naturaleza. Las casas son de piedra y arcilla, muy antiguas y muy rudimentarias. Los manojos de maíz cuelgan de las paredes para secarse, el lavabo, o letrina, a fuera, alguna vaca pastando, una imagen bucólica. La noche que pasamos allí cenamos en la casa de unos abuelos.

Entramos en la casa y la abuela estaba sentada en el suelo cocinando, preparando la cena. La cocina estaba construida con arcilla y era alimentada con leña. La cena se compuso de arroz y sopa de lentejas, Dal Bat, típico de todo Nepal.

Al día siguiente, la mañana era clara y soleada. Nos preparamos para hacer el voluntariado ya mencionado, en la escuela que Hugging Nepal estaba rehabilitando. Seguimos el sendero que nos llevaba a la escuela cruzando los patios de las diferentes cases del camino. Fue un día intenso, donde los niños y niñas disfrutaron muchísimo!!!!

Y llego el momento de irse. Fuimos al campamento a recoger las mochilas y a deshacer el camino, aunque esta vez era en subida… se hizo durísimo!!!! Pero al fin llegamos a la carretera principal, donde pasaba nuestro autobús. Mientras esperábamos, nos tomamos un té con leche en una cafetería local, interaccionando con los curiosos.

Siguiente destino era Katmandú, para recoger e irnos a Pokhara.

Pokhara, una bonita ciudad a la falda de las Anapurna

Desde Katmandú cogimos un bus hacia Pokhara. Fuimos en autobús local hasta la estación de Gongabu, en el norte de la ciudad, y allí cogimos un bus en el que estaríamos las siguientes 12 horas… Los viajes en Nepal son muy muy largos… Por suerte vamos preparados, y un buen rato lo pasamos viendo películas con el portátil.

Llegamos a la estación de autobuses de Pokhara por la tarde, estábamos exhaustos, aun así, nos dirigimos caminando hacia la zona de más densidad de hoteles y guests house. Habíamos leído sobre el h¡Hotel Sunflower, muy correcta y a buen precio, así que allá fuimos. Recorrimos todas las callejuelas que nos pudiesen llevar hasta esa zona, pero imposible… gracias a la preciada información de un amable señor local nos hizo sonreír otra vez… y llegamos a nuestro destino!!!

Habitación correcta, limpia y gente amable, por 6 dólares la noche… genial!!!! Al día siguiente, nos levantamos y directos a desayunar, antes que Mayra desatara toda su furia matutina ayunera…

Pokhara está situada en la falda de varias montañas increíblemente altas, y las más destacables, los Anapurnas… 4 montañas de más de 8000 y 7000 metros… todo un espectáculo.

Desde allí empiezan los trekkings a los campos base de los diferentes Anapurnas, La ciudad está también limitada por el lago Phewa, muy bonito. Dentro del lago se ve el Lake Temple. En el mismo lago alquila embarcaciones para dar un paseo por un par de dólares.

La calle paralela al lago es la más concurrida, llena de tiendas de ropa, artesanía, hoteles y cafeterías. Es agradable pasear por esta zona, aunque sea muy poco local.

Allí realizamos algunos voluntariados. Por ejemplo en la guardería de la fundación Butterfly, donde pudimos jugar con unos niños monísimos (ver post).

También fuimos a hacer talleres en una escuela situada en un campo de refugiados tibetano (ver post), en la parte norte de la ciudad, a unos 20 kilómetros.

Los poblados tibetanos eran ciertamente diferente, las caras de sus gentes ya mostraban rasgos distintos. Las dos experiencias fueron muy bonitas, para guardarlas en el recuerdo.

Tuvimos la oportunidad de actuar en una escuela monasterio budista tibetana. Estaba llena de pequeños y jóvenes monjes, todos tibetanos, con sus atuendos de colores rojizos, con caras traviesas y curiosas por nuestra presencia. Los comentarios de la actuación los podéis encontrar en el siguiente enlace. Fue toda una experiencia… realmente diferente… (ver post)

Y de allí, nos fuimos a la frontera con India, nuestro tiempo en Nepal llegó a su fin, una pena…

Cogimos a las 9 am un autobús local hasta la frontera con India, y llegamos por la tarde-noche. El trayecto no fue fácil, y aun iba a ser más largo hasta la siguiente parada, Varanasi, esta vez por tierras Indias… La aventura continua!!!!

Cacha Hostel (Bangkok, Thailand)

Website: https://www.cachabed.com/

En Bangkok pudimos disfrutar una noche de este precioso hostel. En esta frenética ciudad, disfrutando de la fantástica y barata comida, sus increíbles lugares turísticos, y los económicos e impresionables masajes… no hay nada mejor que disfrutar de un merecido descanso en el mejor lugar… estuvimos en Cacha Hostel. Se trata de un hostel situado cerca del centro de Bangkok, al lado del palacio real y del templo Wat Pho. Se trata de una exposición, de una cafetería, de un hotel… todas las paredes están cubiertas de obras de arte, pop art, es una exposición de fotografía.

La habitación era fantástica, original, preciosa!!! Una habitación de 4 personas pero estábamos solos, las camas eran comodísimas, con aire acondicionado, Wifi, el lavabo estaba unos escalones por encima, con un diseño diferente. En la habitación también había balcón, con vistas a la avenida de delante. La cama era un santuario del descanso, blanco, limpio, súper cómodo!!!! un placer hecho lugar…

En el último piso está la cafetería donde te puedes preparar el desayuno gratis!! hay huevos, mermelada, pan, café, té… La cafetería es una terraza decorada de manera exquisita… un lugar precioso de día y de noche…

Un hostel precioso para descansar y para disfrutar de arte y de viaje… Si Bangkok ya nos encanta, ahora ya podemos de estar en un hotel a la altura!!! Súper recomendable!!!

Angmor Hostel (Georgetown, Malaysia)

Website: No disponible.

Llegamos en Georgetown, preciosa ciudad, cultura, diversidad, y comida de todas partes… Allí nos alojamos en Angmor Hostel, un hotel llevado por voluntarios y no voluntarios de todas partes del mundo. El ambiente es joven y divertido, el personal que lo lleva son todo jóvenes, de varias partes del mundo, que están allí viviendo y trabajando. Por la noche se hacen tours de street food y visitas turísticas, para ir en grupo, en un ambiente genial.

En la entrada hay sofás, mesa de ping pong, juegos de mesa, y lugar para trabajar, disfrutar de una buena conversación… Lo que te apetezca!!

Las habitaciones son correctas, grandes, llenas de literas, en una distribución que permite una mínima intimidad, con aire acondicionado y los colchones cómodos. Los lavabos son correctos, con agua caliente para disfrutar de la ducha.

Y por las noches puedes añadirte al grupo para disfrutar de la compañía con unas cervezas para compartir momentos y conocer un poco más de los viajes de los demás…

BackHome Backpackers Hostels (Kuala Lumpur, Malaysia)

Website: http://backhome.com.my/

En Kuala Lumpur quisimos colaborar con un Hostel, pero no con un hostel cualquiera… con el BackHoma Backpackers Hostel!!!! Que lujo de lugar!!!

Se encuentra en la zona de Masjid Jamek, al lado de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, la mezquita Masjid Jamek y del río dónde nace Kuala Lumpur. También se encuentra al lado del barrio Chino para más disfrute, y a 10-15 minutos caminando de Bukit Bintang y KLCC. También tienes allí mismo la parada de metro de Masjid Jamek.

El hostel es precioso, todo nuevo, de un estilo moderno original y genial. En el interior tiene un patio donde sentarte a desayunar, leer, pensar o trabajar, con un árbol que atraviesa el lugar… Es realmente un lugar bien pensado… Hay varios lavabos, perfectamente diseñados y muy modernos!!! Tiene una sala de cine donde puedes ver la película que te apetezca en pantalla grande, con aire acondicionado y sobre unos sofás súper cómodos!!! una idea genial!!!!

Nuestra habitación era fantástica, no le faltaba de nada, aire acondicionado, tenía kettel para calentar agua, televisión, y el techo inclinado tipo buhardilla, una gran vidriera que daba al patio… La cama grande y súper cómoda… La verdad que se llama hostel pero es una pasada de lugar donde sin dudarlo nos quedaríamos una buena temporada. La limpieza era perfecta, tienen un equipo que se encarga en todo momento de mantener el lugar perfecto.

Ah! y el desayuno está incluido!!! tienes cereales, tostadas y mermeladas, té, café… Además, en el mismo hostel hay una cafetería donde puedes comprar algo más elaborado.

Como ya hemos dicho un sitio genial donde nos quedaríamos una buena temporada!!!! Felicidades por el excelente trabajo BackHome Backpackers!!!

Paloma Inn (Kuala Lumpur, Malaysia)

En Kuala Lumpur también pudimos disfrutar de las habitaciones del Paloma Inn, un pequeño hotel súper cómodo entre el centro de Bukit Bintang y el barrio Chino, una ubicación perfecta para no perderse nada!!!

  

El hotel está en una calle súper tranquila, un alivio en la gran ciudad de Kuala Lumpur, está rodeado de restaurants hípster, muy modernos, de estilos diferentes. Se trata de una zona de casitas antiguas que se está convirtiendo en una zona más hípster y de diseño.

El hotel es muy agradable, donde predomina la madera. En la entrada tiene una zona de mesas donde se puede descansar mientras preparas el día con la conexión Wifi que funciona perfectamente.

La habitación era muy confortable, con una gran cama, perfecta para descansar después de largos día vagabundeando por la ciudad… Además se pude disfrutar de la televisión y el indispensable aire acondicionado… Todo un lujo!!! Y qué decir de la limpieza, excelente!!!

El personal es una delicia!! son súper atentos y nos ayudaron en todo lo que les preguntamos, realmente excepcional. Así que pudimos utilizar la plancha, el secador y todo electrodoméstico que necesitáramos!!!

Así que tuvimos que continuar nuestro viaje y dejar el Paloma Inn… Un lujo de hotel, nos encantó y seguro que volveremos!!!!