Desde Hoi An hasta nuestro siguiente destino recorrimos unos 340 km… hasta Phong Nha, en el parque natural de Ke Bang, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Se trata de una región montañosa que se caracteriza por sus cuevas espectaculares, se cree que más de 300, de las se han explorado solo unas 20.
Al llegar como siempre buscamos guest house. Esta vez no era complicado, ya que el pueblo es una calle… Preguntando conseguimos una habitación doble por 220.000 Dongs (un poco menos de $10) en el Elegant Hostel, con un buen desayuno y aire acondicionado, todo muy correcto.
El pueblo está lleno de hostels para mochileros, por la noche hay música en vivo y mucha marcha en el Easy tiger, aunque todo un poco más caro. Para comer la elección fue más difícil. Los restaurants son para turistas, así que los precios son bastante “elevados”… Todo sigue siendo relativamente barato, pero cuando ya ves los precios con los ojos locales $1 arriba te parece caro!! Mentalidad del viajero, no del turista… hay una sutil diferencia entre los dos términos.
También hay opciones locales baratas y las probamos, pero dejaban mucho que desear… muy baja calidad e higiene… Nosotros lo vimos claro y acabamos cenando casi cada noche en el Gecko Hostel: por 59.000 Dongs ($2,6) cada uno teníamos un bocadillo con 5 ingredientes a elegir (queso, pollo, lechuga, tomate, berenjena, cerdo…), patatas fritas y una cerveza… genial!!!! Otro día cenamos en Paradise pizza, que tiene muy buena puntuación en Tripadvisor… pues qué queréis que os diga… no eran la bomba… en fin…
Los principales atractivos de la zona son sus cuevas. En cualquier hostel te podrán hacer un pack de visitas a varias cuevas a un precio bastante elevado (ej.: Paradise cave + Dark cave por 1.300.000 Dongs ($57)), pero también lo puedes hacer todo por tu cuenta, alquilando una moto y pagando las entradas en el sitio, así te ahorras una pasta. Nosotros que como siempre estamos ahorrando lo que podemos (por si no ha quedado claro con la brasa que os acabo de meter con los restaurants) decidimos visitar solo la Paradise Cave, o Thieng Duong.
Puedes llegar en moto y allí pagas 250.000 Dongs ($11) cada uno por la entrada. Nos habían dicho que normalmente hay muchísima gente, sobretodo locales, excepto sobre las 12-14 horas que es cuando van a comer.
Nosotros que siempre llegamos tarde a los sitios, nos plantamos en taquilla a las 14:30, la cueva la cierran a las 16h… genial, tenemos el tiempo justo pero suficiente… Desde la taquilla hasta la entrada de la cueva tienes una pateada de casi 1 hora…!!! en pendiente… yo marcando el ritmo para llegar con algo de tiempo para ver la cueva y Mayra sudando y con la cara toda roja maldiciéndome…
Por fin llegamos, y sí, había mucha gente… Pero a medida que íbamos entrando todo el mundo salía, y llegó un momento que estábamos los justos…
La cueva es magnífica, maravillosa, un espectáculo de la naturaleza, llena de columnas creadas por sedimentaciones, gota a gota, dibujando formas concéntricas o estriadas, volúmenes rebosantes, es una sinfonía de formas, construidas durante siglos, grano a grano… Lo ideal es poder disfrutar durante horas, absorto, ajeno a todo, mientras el tiempo corre, a ritmo geológico… Muy recomendable.
Además, el camino en moto de ida y vuelta de las cuevas es también precioso, entre montañas, selva, cruzando pueblos, enormes ríos, con barcos de pescadores… un entorno precioso.
Hay otras cuevas para visitar que nosotros no hicimos: Phong Nha, que al parecer vale 100.000 Dongs y te puedes bañar, o Dark Cave que entras con tirolina, haces kayak y te puedes dar un baño de barro… un poco turistada, pero pinta muy divertido… Y finalmente, la madre de las cuevas: Hang Son Doong, la cueva más grande del mundo, descubierta por un campesino local en el 1991 y explorada en 2009.
Esta cueva tiene más de un año de lista de espera y la entrada cuesta $3000. Aunque hace poco conocimos en Hanoi a Nicolai, un ruso viajero de lo más singular, que nos dijo que si le pagas algo al local adecuado te lleva a visitarla. Esta cueva es tan grande que tiene su propia selva y su propio microclima… debe ser realmente un espectáculo!!!! pero… ya la veremos la próxima vez…
Nuestra siguiente parada fue: Tam Coc, otro paraíso natural de preciosos escenarios… Así que cargamos la Dinamita Vietnamita con nuestros bártulos y nos dirigimos al lugar de las montañas emergentes… Allá vamos Tam Coc!!!!